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El himno nacional suena otra vez en la procesión de Sueca tras su efímera prohibición

La alcaldesa alega se limita a cumplir la ley, que obliga a interpretar la Marcha Real ante la presencia de alguna autoridad castrense

El himno nacional suena otra vez en la procesión de Sueca tras su efímera prohibición

El himno nacional sonó ayer en una procesión de Sueca por segunda vez en 48 horas, coincidiendo con el día de su patrona, la Mare de Déu de Sales. De la supuesta prohibición decretada por la primera autoridad municipal no hubo nada. Es más, muchos de los presentes acompañaron con una gran ovación los primeros compases de la Marcha Real cuando se interpretó, a la salida de la imagen de la iglesia que lleva su nombre, justo antes de iniciarse la solemne procesión de la tarde. La alcaldesa, Raquel Tamarit (Compromís), cerraba la representación municipal que acompañó a la imagen en el desfile, junto al capitán de la Guardia Civil y otros oficiales. La población se volcó, como es tradicional, en los actos festivos y todo se desarrolló con plena normalidad, sin incidente alguno.

Precisamente la presencia de integrantes de la institución armada fue lo que condicionó que el himno se interpretara ayer en Sueca, como también lo hiciera el pasado domingo en la procesión del Crist de l'Hospitalet, «porque así lo marca la ley», precisó la alcaldesa. Esto había sido lo habitual en la capital de la Ribera Baixa hasta que el nuevo gobierno de Compromís ordenó que no se interpretara la pieza musical en la procesión dels Benissants de la Pedra, el pasado 29 de julio. La medida generó indignación en las filas del PP y el sector más conservador de la sociedad local.

Compromís, en cambio, lo toma con normalidad. Asegura que se está limitando a seguir las pautas protocolarias que vienen determinadas en el Real Decreto que firmaron el Rey de España y el entonces presidente, José María Aznar, en 1997, por el que se regula cuándo y en qué condiciones debe sonar el himno nacional. Según el decreto, la Marcha Real o de Granaderos deberá interpretarse en actos de homenaje a la Bandera, ante la presencia de los Reyes o miembros de la Casa Real, en actos a los que asista el presidente del Gobierno; en los deportivos donde haya representación oficial española y en los casos previstos en el Reglamento de Honores Militares.

Tamarit defiende que en la procesión dels Benissants «no había ninguna causa que marcara que tuviera que sonar la Marcha Real». «Nosotros queremos hacer las cosas dentro de la legalidad y como no había ningún miembro de la Familia Real española en Sueca ni ningún militar castrense, que es lo que marca la ley, el himno no tenía porqué sonar en aquella ocasión», justifica.

La primera autoridad municipal asegura que con esta decisión «no se pretende hacer daño a nadie ni a nada, sino que simplemente nos limitamos a cumplir escrupulosamente con lo que marca la ley». Por eso, quiere clarificar que el hecho de que en algunas procesiones se interprete la pieza y en otras no, «es una cuestión de coherencia» y obedece a factores previstos en el decreto regulador, como es la presencia de oficiales del cuerpo de la Guardia Civil, como así fue en las procesiones del pasado domingo y la de ayer.

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