El Ministerio de Fomento se comprometió recientemente ante el alcalde de Cullera, el socialista Jordi Mayor, a acabar el peligroso tramo de la A-38 entre Favara y Cullera antes de tres años
El ministerio espera que las obras no se paralicen y que la dotación presupuestaria aumente para acabar con el punto negro de Cullera, una carretera que ya figura entre los puntos negros de España. El conflictivo tramo entre Favara y Sueca ya acumula 11 fallecidos en cinco años. Dos personas perdieron la vida el último fin de semana de agosto en otro accidente mortal en la carretera que Fomento abandonó por los recortes y que se ha convertido en una de las vías con más accidentes graves de toda España, situándose como un auténtico punto negro de toda la geografía valenciana y española.
La mayor disposición a retomar las obras con mayor dotación la confirmó el secretario general de Infraestructuras, Manuel Niño, tras el encuentro en Madrid con el primer edil cullerense hace unas semanas en la que analizaron la situación del punto negro de la red viaria del Estado. Mayor trasladó de primera mano la preocupación de Cullera por acabar cuanto antes esta infraestructura, convertido en un punto negro que registra, según los informes elaborados por la Policía Local del municipio, hasta veinticinco intervenciones en siniestros con heridos y/o fallecidos. Además de estas cifras, los responsables municipales presentaron también diversos informes para apoyar la necesidad de que su finalización se convierta en una prioridad para Fomento.
Esta misma semana, el Gobierno ha aprobado el proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado que apenas destinan ocho millones de euros en 2016 a esta circunvalación que supera el centenar de millones.
