Tiempo nuevo en la diputación. La puesta en escena de ayer en Carcaixent, donde la treintena de alcaldes de la Ribera Alta convocados por el presidente de la diputación, Jorge Rodríguez, del PSPV, pudieron plantear en voz alta sus reivindicaciones sorprendió incluso a los propios dirigentes locales.
El presidente provincial aseguró que se han acabado los colores políticos, que las ayudas se distribuirán en función de la población y que era necesario borrar del mapa la gestión anterior.
La vicepresidenta, Maria Josep Amigó, de Compromís, añadió que no se creía las provincias, pero como no podía eliminar la diputación hará todo lo posible por potenciar las comarcas y las mancomunidades. En el acto ocupó un puesto principal en la mesa el presidente de la Mancomunitat y alcalde de Sumacàrcer, Txema Peláez. Amigó añadió que se ha acabado el tiempo del clientelismo, del besamanos y del 'mira a ver si tienes algo para mí' que caracterizó la era Rus.
Una decena de alcaldes tomaron la palabra. El primero el de Montserrat, Josep Maria Más, que reclamó tras años de parálisis la amplíación del tramo más peligroso de la CV-405 entre Montroi a Torrent que recibe 20.000 vehículos diarios. «El trato que hemos recibido no ha sido el correcto», lamentó Mas.
La alcaldesa de Carlet, Maria Josep Ortega reclamó ayuda para mejorar el transporte público comarcal «porque si no tendremos que llevar en coches a los vecinos al hospital que es un tema sangrante» y ayuda tecnológica para la transparencia de los ayuntamientos.
También pidieron auxilio para el transporte al hospital el alcalde de l'Alcúdia, Andreu Salom, que recordó que su municipio tiene un servicio propio que le cuesta 60.000 euros anuales y que supone «un auténtico sacrificio» mantener y el alcalde de Llombai, Anselmo Cardona, que anunció que en noviembre se quedan sin servicio llevar enfermos al hospital. También pidió una mejora del transporte al hospital el alcalde de Villanueva de Castellón, Óscar Noguera, de Compromís, que planteó la posibilidad de vincular el transporte escolar, que sí es rentable para las empresas con el de usuarios en general.
El alcalde de Alzira, Diego Gómez, destacó la importancia de la comunicación entre municipios y pidió dignificar el cauce del Xúquer.
El único alcalde del PP que intervino fue el de Gavarda, Vicent Mompó, que solicitó más ayuda para los municipios pequeños desbordados con el papeleo por la falta de personal y saber de qué ayudas dispondrá con mayor tiempo.
Josep Botella pidió agilizar el desvío de Càrcer y Alcàntera y la mejora de los servicios sociales. Puso el foco en el envejecimiento de los pueblos del interior que no paran de perder población mientras los jóvenes se marchan en busca de un futuro. Rodríguez respondió que precisamente la inversión en asuntos sociales será su prioridad.
El alcalde de Turís, Ismael Corell, reclamó ayuda para la mejora del abastecimiento de agua potable que evite las restricciones y anunció que su municipio va a comprar agua de pozos privados en Godelleta para asegurar el servicio. También el alcalde de Alberic, Toño Carratalá abogó por la mejora del servicio de agua potable ante la aparición de plaguicidas y exceso de nitratos en el agua potable, ya que municipios como Alberic, Carlet, Benifaió y los del Marquesat han empezado a tener problemas de agua durante este verano.
