Las ciudades de Alzira y Algemesí son las que presentan un mayor número de equipamientos considerados vitales en zona de peligrosidad significativa por riesgo de inundación en todo el territorio valenciano. El dato figura en la documentación del plan de acción territorial de prevención de riesgos de inundaciones de la Comunitat Valenciana, Patricova, que acaba de actualizar la Conselleria de Vivienda, Infraestructuras y Vertebración del Territorio.
También figura en niveles altos de peligrosidad el término de Carcaixent junto a otras ciudades valencianas como Orihuela, Castelló, Almoradí o Catarroja.
Según la conselleria, en el caso de Alzira y Algemesí estos municipios requieren una especial atención en la adopción de medidas que permitan corregir la situación de riesgo detectada.
Entre las infraestructuras clave figuran subestaciones eléctricas, centros gubernamentales, centros educativos, de la tercera edad, dependencias policiales, equipamientos sanitarios, parques de bomberos o residencias juveniles. Se trata, según el Patricova, de instalaciones «imprescindibles» ante una situación de emergencia por inundaciones para llevar a cabo acciones de salvamento, seguridad y toma de decisión.
En el caso de Alzira, además, se incluyen 38 kilómetros de carreteras, cuatro de líneas de ferrocarril o AVE y un número importante de líneas eléctricas susceptibles de sufrir daños al hallarse en zona inundable, según la revisión del Patricova que el Consell aprobará esta semana y que introduce por primera vez todos los cauces.
Obras pendientes
Como novedad figura que la conselleria que dirige María José Salvador prevé una regulación de los usos de las zonas inundables, pero sobre todo que este departamento dirigirá las nuevas actuaciones en el territorio hacia zonas sin riesgo, por lo que la intención del Consell es ser muy escrupuloso en la autorización de nuevas infraestructuras que puedan ocupar zona inundable. De hecho, los planos de riesgo que acompañan a la documentación recogen cartografía más detallada. También se señalan las actuaciones del plan, entre ellas aquellas que están pendientes de ejecutar o que quedan por acabar y arrastran incumplimientos como el encauzamiento de barrancos en Alginet, una actuación que el pleno de esta localidad ha reclamado como urgente e incluso ha remitido escritos para que figuraran en los presupuestos, aunque de momento las reclamaciones no han surtido efecto.
También aparecen entre las obras del Patricova, la protección del polígono de Algemesí, la mejora del lecho del barranco de Barxeta, el encauzamiento del Sellent en Cotes y Alcàntera o el dique urbano en Rafelguaraf así como intervenciones en barrancos de Alzira como Barxeta, Casella o Murta.
Una de las actuaciones que han concluido dentro de este plan contra inundaciones es la del barranco de Benimodo, una obra que costó en torno a 18 millones y que evita inundaciones en Carlet, l'Alcúdia, Guadassuar o Benimodo. Precisamente esa actuación se pone como ejemplo de la evolución de las obras contra inundaciones que en su mayoría quedaron paralizadas cuando llegó la crisis.
La consellera María José Salvador asegura que se hacía necesaria la revisión del actual Patricova porque ya han pasado más de diez años desde su aprobación en enero de 2003 y, por tanto, era necesario incluir mejoras tecnológicas y adaptarlo al nuevo marco legal.
Así se incorpora el riesgo geomorfológico producido por pequeños barrancos de cauces efímeros que tienen una alta peligrosidad y los estudios de inundabilidad deberán contemplarlos.
El nuevo Patricova introduce otra novedad, la denominada Infraestructura Verde en la gestión de riesgo de inundación, como exige la UE, que considera que para determinados casos es mucho más eficiente la utilización de los terrenos inundables como prevención y protección que las soluciones basadas en la obra civil.
