Los tres pozos de los que históricamente se abastece la Comunidad de Regantes de la Serreta y l'Escala de Real están bajo mínimos debido a la escasez de lluvias -la Ribera cerró 2015 con un registro de precipitaciones un 17 % inferior a la media histórica, según datos de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet)-, aunque el innovador sistema que ha puesto en marcha la comunidad garantiza que las necesidades de riego de los agricultores estén cubiertas durante todo un año y en todo el término municipal.
El primer vaso de la cantera que ha sido reconvertido en un gran depósito de agua por los regantes acumula alrededor de un hectómetro cúbico de un caudal procedente del Barranc del Algoder y de la Sèquia Mare de Real que, de otro modo, se hubiera perdido. Se trata de una cantidad ya importante «con la que se cubren las necesidades de más de un año de toda la comunidad», destacó ayer su presidente, Herminio Jorge, que estimó la superficie de riego entre 11.000 y 12.000 hanegadas.
La filosofía del proyecto parte de aprovechar el gigantesco vaso excavado por la cantera, que presenta un suelo totalmente impermeable, para conducir hasta él agua por gravedad, almacenarla y elevarla con ayuda de plantas fotovoltaicas flotantes a balsas de distribución, un sistema que permite reducir considerablemente la factura eléctrica y disponer de agua de riego a precios asequibles para el agricultor.
El Ayuntamiento de Real ha formalizado la cesión a los regantes de los terrenos que ocupa la cantera por 25 años -con posibilidad de renovar la misma por períodos similares- tras la donación que previamente había realizado la empresa que la explotaba al municipio, en un acuerdo a tres bandas por el que los regantes asumen trabajos de reforestación.
El alcalde de Real, Alejandro Blasco, comentó que se trata de un proyecto de interés general que justifica esta cesión del suelo -algunas parcelas ya eran municipales- y destacó el trabajo de los regantes «que han aunado esfuerzos y han hecho piña para impulsar un proyecto que no sólo garantiza el agua a los agricultores, sino que lo hace a un precio que no impide que mantengan en explotación sus campos», comentó, mientras recordaba que pese a los apuros que la sequía hizo pasar en municipios vecinos, «el pasado verano, en Real, no se sufrió por el agua». «Se trata de optimizar al máximo los recursos», incidió el alcalde, mientras destacaba que la inversión realizada por los regantes ha tenido una repercusión directa en el municipio ya que todos los trabajos que han requerido las nuevas canalizaciones han sido realizados por empresas de Real.
La Comunidad de Regantes de la Serreta y l'Escala se fusionó inicialmente con la de la Paridera para impulsar este proyecto. Las primeras pruebas se realizaron en julio de 2013, aunque fue el verano siguiente cuando el sistema se utilizó por primera vez a pleno rendimiento, como ya informó Levante-EMV. Junto a la mina convertida en almacén de acumulación de agua la cantera mantiene un segundo vaso todavía en explotación que, en el futuro, está previsto que se incorpore a este novedoso sistema de riego, lo que aumentará considerablemente la capacidad de embalse de agua. La conexión con el primer vaso ya se ha ejecutado de forma que, llegado el momento, cuando éste se llene, el agua pasaría al segundo.
La posibilidad de disponer de agua barata ha propiciado la recuperación de muchos campos de cultivo que habían sido abandonados en el término de Real por falta de rentabilidad, ya que el precio del agua se convertía en casi prohibitivo para mantener las explotaciones.
