La empresa Miguel Ribera Autocares, SL, negó ayer tener caducada la concesión de la línea de transporte por carretera que cubre la ruta Cullera-Mareny de Sant Llorenç, dado que en enero de 2011 logró una prórroga de la adjudicación mediante un mecanismo «de convalidación» puesto en marcha por la Generalitat que le permitirá mantener vigente el contrato hasta 2023. El director general de Transportes, entonces Vicente Dómine, aprobó el plan de modernización presentado por la compañía que, en la práctica, suponía alargar la concesión. Este procedimiento ha sido cuestionado por la Comision Nacional de la Competencia.
El actual Consell revisa ahora 75 concesiones de transporte de viajeros por carretera que considera caducadas o a punto de agotarse, de las que 16 incluyen rutas integradas en la comarca de la Ribera, y estudia la fórmula que le permita mantener legalmente este servicio público de autobuses.