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Un arquitecto en la medular

El capitán rojillo achaca a la juventud de la plantilla los puntos perdidos en los últimos minutos por el Algemesí

Un arquitecto en la medular

Sus 187 centímetros de altura son una carta de presentación imponente y denotan control, al menos en el juego aéreo, aunque tiene poder y dominio en otras facetas. Ferran Ramírez Miquel (Algemesí, 1993), o «Ferri» en ciertos momentos de los entrenamientos o partidos, empezó en sus inicios practicando tenis o natación, pero tal y como él mismo recuerda, «hasta que no logré que me apuntaran al fútbol no paré de insistir». Hijo y nieto de futbolistas (su padre y su abuelo paterno jugaban de centrales libres) se formó en la misma localidad. El Ràcing d'Algemesí fue su casa durante muchos años, desde benjamín a juvenil (con un ascenso a Liga Nacional incluido), terminando en el equipo de Preferente. Como amateur siempre ha jugado en la máxima categoría regional. Tras dejar el equipo amarillo se enroló en el Sueca, aunque fue solo un pequeño periplo para volver, pero esta vez al Algemesí CF donde disputa ya su segunda temporada.

Es el comandante o torre de control del equipo del Municipal en el centro del terreno de juego. Altura, su faceta más visible, colocación, mando y pasión futbolera definen a este poderoso mediocentro. Medidor de tiempos, sabe cuándo es el momento de la broma o si la situación requiere dos gritos y concentración; más ahora, llevando el brazalete de capitán subraya que hay algo más de responsabilidad, «el ser capaz de motivar a los compañeros, empujar al equipo... es algo que me cuesta bastante y me esfuerzo en transmitir, pero no es una carga que me pese», aduce.

Estudios

El fútbol lo combina con sus estudios de arquitectura en la UPV: «Actualmente estoy en 5.º, el último curso, pero con la titulación de grado todavía me queda hacer el máster una vez termine la carrera para poder ejercer». Reconoce que hay más similitudes entre la construcción de un edificio y la elaboración del juego de las que pueda parecer a simple vista: «Es necesario una buena defensa o base (cimientos sólidos) a partir de los cuales organizar un equipo, un espina dorsal en torno a la cual se desarrolle el juego (estructura resistente) y un buen ataque para conseguir los goles (los acabados que dan carácter al edificio); todo esto bajo la dirección de un buen cuerpo técnico que se encarga del correcto funcionamiento de todo (como un arquitecto en la obra). Aunque la clave de todo está en la coordinación y el trabajo en equipo, tanto en el terreno de juego como en el ámbito laboral».

Sobre la actualidad del club rojillo (cinco puntos por encima del descenso) confía en firmar la salvación antes de la última jornada y no repetir el sufrido partido ante el Pego del pasado curso: «Espero no llegar a una situación tan agónica como el año pasado, es cierto que llevamos una mala racha, pero tengo una confianza enorme en el grupo y pienso que van a llegar ya los buenos resultados que nos permitan certificar la salvación». Los puntos que se han escapado en los instantes finales, para Ferran, no es debido a la falta de concentración: «Puede ser que se deba a la juventud del equipo, el saber manejar el tempo del partido; aunque sí que estamos trabajando y mejorando ese aspecto, sobre todo a balón parado».

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