El presidente del Consorcio de Residuos Ribera-Valldigna, Salvador Montañana, volvió a apelar ayer al consenso para buscar la fórmula menos lesiva para todos de cumplir la sentencia del TSJ que anula la modificación del contrato aprobada por el anterior gobierno en 2011 y que en la práctica supone la anulación del emplazamiento que se eligió para el macrovertedero; dejó entrever que el Ayuntamiento de l'Alcúdia, que interpuso y ganó el pleito, está por la labor de propiciar que la primera planta del nuevo complejo que está ya prácticamente acabada entre en funcionamiento y, tras reivindicar que se trata posiblemente de la instalación de este tipo más moderna de España, señaló que permitirá reducir prácticamente a la mitad el rechazo que se genera en la actualidad, lo que supondrá un notable ahorro que, en última instancia, se podría traducir en una reducción de la tasa.
Montañana detalló que la planta antigua que está ahora en funcionamiento genera un rechazo de entre el 60 y el 65 % cuando, por contrato, la nueva instalación debe reducir el mismo por debajo del 40 % «y posiblemente lleguemos al 30 %». «Sería bajar el gasto en rechazo, porque todo eso tiene que ir al vertedero y se paga una tasa por tonelada más el transporte. Si podemos reducirlo a la mitad es una forma de posibilitar que baje la tasa», indicó, mientras señalaba que se trata de una opción más factible para conseguir este objetivo que paralizar la planta e indemnizar a la empresa, expuso en una clara alusión a la propuesta que realizó el PSPV.
El también alcalde de Guadassuar (Compromís) indicó que la instalación inicialmente destinada a la recepción de voluminosos, aunque ha mejorado sus prestaciones, está prácticamente acabada y sólo pendiente de la acometida de Iberdrola una vez finalizada la fase de pruebas de la maquinaria. Salvador Montañana anunció que está en disposición de iniciar la actividad en pocas semanas, pero también dejó claro que todo queda supeditado al acuerdo que el consorcio quiere propiciar entre todos los actores implicados: el Ayuntamiento de l'Alcúdia, que tendrá «prioridad», dijo; el ente que preside y la propia empresa adjudicataria, «que tiene un contrato que hoy por hoy es legal si no se ejecuta la sentencia y dependiendo del acuerdo que se alcance para ejecutarla tendrá que decir la suya», comentó.
Por otra parte, Montañana explicó que esta instalación se planteó inicialmente como de triaje de voluminosos procedentes de los ecoparques pero, según dijo, «hoy está imbricada una entrada en la que se hará un triaje de todo, orgánico, una fase húmeda, una fase seca, voluminosos?, con la particularidad además de que podremos entrar directamente materiales que ya estén seleccionados como vidrio, plástico, cuando la antigua no lo podía hacer, y se pueden hacer economías de escala para negociar con plataformas de reciclaje», explicó el presidente del consorcio.
Por otra parte, recordó que antes incluso de que se hiciera pública la sentencia, el Consorcio de Residuos ya había encargado a la Agència Energètica de la Ribera que buscara nuevas ubicaciones para la construcción del vertedero tras los recelos que el emplazamiento elegido en su momento junto a la Acequia Real del Júcar había generado.
