Las fuerzas de seguridad registraron 62 infracciones en la última edición del Medusa Sunbeach Festival de Cullera, lo representa un 66 % menos respecto de las 186 del año anterior, según informó el delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Juan Carlos Moragues. El 75 % de estas infracciones fueron hurtos y robos. Este tipo de faltas registran el mayor descenso respecto a la edición pasada al pasar de 164 a 47. El tráfico de drogas y la conducción bajo los efectos del alcohol son los otros delitos más repetidos en este evento. El descenso de denuncia se produce además en un año en que se duplicó la asistencia al alcanzar los 145.000 espectadores durante los tres días de conciertos, según los datos de la organización.

En la edición del festival que se cerró el domingo se produjeron diez detenciones frente a las once del año pasado. Moragues valoró positivamente estos datos porque «demuestran no sólo la capacidad de acción y reacción de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, sino también la importancia de la prevención y concienciación para evitar ser víctima de aquellos que quieren ahogar la fiesta de muchos». En esta tercera edición el dispositivo de seguridad que se desplegó cada día estaba formado por 225 efectivos entre Guardia Civil, Policía Local, Protección Civil y Bomberos. La benemérita triplicó el número de agentes, pasando de 50 a 150 efectivos diarios. Además, se contó con apoyo aéreo, servicio marítimo y escuadrón de caballería.

Juan Carlos Moragues agradeció el trabajo del dispositivo de seguridad que se desplegó en Cullera los días 12,13 y 14 de agosto con motivo del festival. «Hemos pasado de 186 infracciones penales del año pasado, a 62 este año, y eso se debe a dos factores: a la eficacia y coordinación de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y al civismo de los miles de asistentes que vinieron a Cullera a disfrutar de este festival», explicó Moragues.

En esta edición del Medusa Sunbeach Festival de Cullera no se ha denunciado ninguna agresión sexual. La delegación del Gobierno destacó ayer este dato ya que, según indicaron fuentes del equipo de Moragues, se trata de «un paso a delante» en la lucha contra la violencia de género en macrofestivales.

El hecho más destacable de la actuación de los agentes de las fuerzas de seguridad fue el desalojo del cámping del festival a causa de las fuertes lluvias que se produjeron en la comarca de la Ribera la mañana del miércoles 10 de agosto. El delegado de Gobierno recordó que se desplazaron a 3.000 campistas hasta el polideportivo de Cullera para evitar daños mayores, ya que la zona de acampada estaba situada en un lugar inundable. «Todo transcurrió bien, los organizadores y las administraciones intensificaron su coordinación para dar una rápida solución a los afectados y poder lidiar con el problema lo más pronto posible», remarcó el delegado del Gobierno, Juan Carlos Moragues.