El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 2 de Sueca ha admitido a trámite la querella que el empresario local, Juan Fuset, presentó contra dos policías por los presuntos delitos de prevaricación, falsedad documental, coacciones y acoso. Fuset interpuso la demanda a principios de verano tras ser multado por el mal estacionamiento de su vehículo y constatar lo que consideró un cúmulo de «falsedades» en la denuncia de tráfico emitida por los agentes suecanos.El próximo 17 de octubre están citados a declarar ante el juez tanto el denunciante como los dos policías.
El magistrado considera que la querella presentada por Fuset reúne los requisitos establecidos en la Ley de Enjuiciamiento Criminal y que los hechos «hacen presumir la posible existencia de un delito de prevaricación administrativa». El empresario local ha reconocido a este diario su intención de «llegar hasta el final en este asunto, ya que hay gente que no se atreve a denunciar este tipo de abusos». Asimismo, ha recordado una sentencia de similar temática en la que un policía local de Mislata fue juzgado por acosar con multas a un vecino y fue condenado a cuatro años y medio de cárcel por un delito continuado de falsedad en documento oficial.
Los hechos ocurrieron al mediodía del pasado 15 de junio tras estacionar el vehículo de su empresa durante unos minutos en una zona de carga y descarga de una calle céntrica. Al regresar a recoger el automóvil, un Mercedes S350 matriculado en la República Checa, se encontró con la sanción por estacionamiento indebido, que pagó sin rechistas, y el coche inmovilizado con un cepo por orden de los agentes. «No recuerdo de otra vez en la que la policía haya utilizado el cepo», ha expresado.
Al obtener copia del acta de denuncia se encontró con una nueva sanción referente a haber omitido la obligación de matricular el coche en España. A su vez, los agentes aseguraban en el acta que realizaron el alto al «vehículo de nacionalidad checoslovaca». Fuset se ha mostrado tajante al respecto: «Ante tales mentiras uno sólo puede hacerse preguntas, ¿Cómo se le puede dar el alto a un vehículo estacionado y con el cepo puesto?, ¿estos señores no sabían que Checoslovaquia ya no existe como país?, al final uno siente impotencia al ver que la policía actúa de este podo». Respecto a la matriculación de su vehículo, el empresario suecano ha recordado que, como dueño de una empresa con sede en Praga (República Checa), viaja «de manera asidua entre ambos países, lo cual no es un delito ya que el coche puede circular libremente por la Comunidad Europea».
Además, el empresario relató en su escrito inicial al juzgado que «la policía miente y sanciona de manera injusta, al afirmar que el vehículo permanece en España más de un mes y por tanto se le concede el plazo de cinco días para abonar el impuesto especial», afirmó en la demanda. Y aportó documentación que, según el texto de la querella, acreditaba las fechas de sus últimos viajes a Chequia, que realiza periódicamente.
