La literatura se asienta en Alzira

Alzira se convirtió el viernes en el centro de atención del mundo de la cultura al acoger la gala de los XXVIII Premis Literaris Ciutat d'Alzira. Cerca de 800 personas participaron en una ceremonia en la que se dieron a conocer los ganadores de los diferentes galardones que se entregan y que sirvió para repasar la salud en la que se encuentra la cultura valenciana. El conseller de Cultura, Vicent Marzà, recordó que con el nuevo gobierno de la Generalitat «se ha pasado de la corrupción a la buena gestión» y matizó la importancia de «seguir trabajando con paso firme pero sin precipitación».

Junto a Marzà también estuvieron presentes en la gala los consellers Rafa Climent y Vicent Soler, el secretario autonómico de Cultura, Albert Girona, diputados, miembros de la Acadèmia Valenciana de la Llengua y del Consell Valencià de Cultura, así como una amplia representación política de la Ribera y del mundo de la cultura y la literatura valenciana. Todos disfrutaron de una ceremonia conducida magistralmente por el humorista suecano Eugeni Alemany, quien divirtió a los cerca de 800 asistentes que abarrotaron la sala.

El responsable de Cultura explicó que «la Generalitat va a seguir colaborando con los premios tras este primer contacto que hemos tenido este año», recordó algunas líneas de trabajo que se han realizado y que se van a realizar para fomentar la literatura e indicó que «el actual gobierno, con el mismo dinero que había, está llevando a cabo muchas más cosas de las que se hacían».

Marzà fue, junto con el alcalde alcireño, Diego Gómez, el encargado de entregar el premio de novela a Lluís-Anton Baulenas. Precisamente, el primer edil alcireño utilizó versos de dos grupos referentes de la música en valenciano como Obrint Pas y La Gossa Sorda para reivindicar la necesidad de «continuar siendo valientes políticamente» y «ahogar la sequía que padece el libro en valenciano». Gómez concluyó su discurso asegurando que «Radiotelevisó Valenciana debe de ponerse en marcha ya».

Tras los dos discursos llegó el turno de Baulenas, ganador del premio principal del certamen, quien explicó el argumento de su novela, una denuncia a la pasividad de los gobiernos y de las instituciones internacionales frente a la guerra de los Balcanes, «una de las contiendas más inhumanas que ha visto el mundo después de las dos guerras mundiales, mientras en Barcelona, a apenas 2 horas en avión del conflicto, se disputaban los Juegos Olímpicos de 1992». Pese a la trama, el autor catalán asegura que «mi novela no es triste, pero sí vital y muy clara».

El saludo de Joan Fuster

Uno de los momentos más divertidos de la noche fue cuando se proyectó un video en el que Alemany, caracterizado como Joan Fuster, se dirigió a los asistentes, imágenes que provocaron un buen número de risas entre los presentes. El humorista animó también la velada con la compañía de Las Reinas Mayas.

Del resto de parlamentos, destacaron las palabras del presidente del Consorci Ribera-Valldigna, Salvador Montañana, ente que se estrenaba como patrocinador de uno de los premios, y los del presidente de la Mancomunitat de la Ribera Alta, Txema Pelàez, quien recordó el compromiso de la entidad en «mejorar la calidad de vida de los ribereños» y bromeó sobre la reciente elección de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos de América.