Después de varias temporadas de dejadez en la dirección deportiva y sin unos objetivos concretos por los que luchar, a un solo paso de su desaparición, el Club de Bàsquet de Cullera ha dado un paso de gigante en su consolidación gracias a una nueva junta directiva compuesta solamente por mujeres, al frente de la cual está Tere Maestro, y con una apuesta a favor de la transparencia y la seriedad. En la presente temporada ya se empezaron a recaudar los primeros resultados, con varios equipos con éxitos y otros en los que se han cimentado los valores deportivos sobre los que se sustenta la entidad.
Este año contaban con cinco equipos, con dos formaciones benjamines compitiendo en liga intermunicipal de Tavernes de la Valldigna, un conjunto alevín, uno infantil y un júnior compitiendo para la Federación de Baloncesto de la Comunitat Valenciana.
El equipo benjamín A, entrenado por Oskar Pokanevik, debutaba en competición y no ha tenido suerte, quedando al final de la tabla. Mucho contraste respecto al equipo benjamín B que dirigía Verónica Miralles y que ha quedado finalmente primero en su categoría, ganando 13 de los 14 partidos disputados en la segunda vuelta. El equipo alevín entrenado por Andrea Catalá y Ana Font también ha quedado primero en su categoría de Primera Zonal, jugando después la fase de ascenso en la que llegó a cuartos tras ser eliminado por el Club Básquet Alicante. Las mismas entrenadoras se hicieron cargo del equipo infantil, el cual ha quedado 4º de un grupo de ocho conjunto. El equipo júnior ha sido entrenado por los hermanos Francesc Flores y Jordi Flores y ha quedado 4º de 14 equipos.
El próximo año ya se está planificando con la intención de ir paso a paso, crecer más como club e incorporar a más gente que ame el baloncesto. De hecho la directiva ya ha hecho público que se contará con dos equipos más en categorías cadete y sénior.
