Funema se dedica, principalemente, a la incineración de animales de dos maneras distintas: Individuales y colectivas. «Hay gente que simplemente quiere desahacerse de sus animales, aquí se guardan y cuando hay varios, se queman todos juntos y una empresa especial recoge y trata este tipo de residuos. Aunque también puede darse el caso de que una persona quiera conservar los restos de su mascota, entonces se hace una incineración individual, con el cuerpo del animal controlado en todo momento y, cuando finaliza el proceso, se le entrega en una urna, que se puede personalizar con el nombre y la fecha de defunción», comenta Sara, quien asegura que la incineración es la opción adecuada para deshacerse de los animales: «Existe como un vacío legal al respecto, a los animales se les considera una propiedad y es su amo el que decide cómo deshacerse de ellos;mucha gente tiene un campo y los enterra allí, aunque no es del todo correcto, ya que se deberían incinerar, es lo que hacen los veterinarios».

Perros, gatos, aves y una cabra

Pero ella va más allá, ya que ofrece un servicio de despedida que se asemeja al de las personas. «Además de la incineración, se puede hacer un velatorio, para aquella gente que quiera acompañar a su mascota hasta el último momento. Aquí se limpia el animal, se peina y se pone en una cesta para que, a través de una ventana, se le pueda ver. Normalmente se les deja un tiempo para que estén a solas y, cuando avisan, abro la persiana de la otra ventana y ven cómo se mete al animal en el horno crematorio», dice Sara, quien reconoce haber tenido que hacer, en alguna ocasión incluso que animar a sus clientes: «Son momentos complicados, intento consolarles y hacerles ver que mientras estaban con vida fueron mascotas afortunadas, porque eran queridas».

En este tiempo, Sara ha recibido muchos perros y gatos, aunque también otros animales como aves o incluso una cabra, lo que deja de manifiesto la conexión especial que existe entre dueños y mascotas. «Hay animales que son mejores que muchas personas, se les coge un gran cariño y, en muchos casos, son uno más de la familia. Entonces, ¿por qué no darles una despedida digna?».