«Accidentes puede haber de cualquier tipo, pero nunca en mi trayectoria profesional me he encontrado con nada parecido a las pruebas que nos han puesto en el mundial de excarcelación. El resultado demuestra que estamos preparados para cualquier cosa, todos los que han quedado por delante de nosotros han ganado alguna vez el mundial».

La reflexión la realiza Sergio Gascó, un bombero del parque de Alzira que formaba parte del equipo que, en representación del Consorcio Provincial de València, acaba de disputar el campeonato celebrado en la ciudad de Margu Mures (Rumanía), donde los bomberos valencianos han conquistado un meritorio quinto puesto. «Estaban los 36 mejores equipos del mundo, pero del décimo hacia delante son la élite», comenta Gascó, mientras detalla que la organización había preparado situaciones de extrema dificultad, con vehículos superpuestos que comportaban «estabilizaciones muy complicadas» hasta el punto que, según relata, uno de los jueces confesó que había temido porque uno de los turismos cayera durante la maniobra que el equipo del consorcio provincial realizaba aunque, aclara, «nos dijo que se tranquilizó al vernos trabajar».

La intervención de un equipo de excarcelación cuando llega a un accidente en el que hay personas atrapadas -una de las situaciones más estresantes también para los profesionales ya que no saben qué se van a encontrar, admite Gascó- comienza con un primer reconocimiento para valorar los riesgos que pueda haber en el exterior y en el interior del vehículo y, acto seguido, se procede a estabilizar el mismo para que un sanitario y un bombero puedan prestar una primera atención a las víctimas. Tras esta evaluación inicial, el mando diseña un plan para el rescate a través de una vía rápida si el estado de la víctima es grave y una alternativa más segura si las lesiones del mismo lo permiten, sin descartar la primera por si la situación se complica, explica el bombero del parque de Alzira, que forma parte del equipo técnico, es decir, los profesionales que estabilizan el vehículo accidentado y lo cortan para rescatar a los heridos de forma segura.

Sergio Gascó advierte de que la extracción de un herido tras un accidente es un proceso muy delicado y que, del mismo modo que si se trata del conductor de una moto existe una máxima que se hizo muy popular - «en caso de accidente no me quites el casco»-, tampoco las personas que llegan en un primer momento a socorrer a los heridos en una accidente entre vehículos deberían tocarlos.

«La gente no se da cuenta de que no hay que sacar una víctima de dentro de un coche a no ser que corra riesgo su vida, es decir, que se esté quemando o se esté hundiendo en el agua, porque al sacarlo se pueden estar agravando las lesiones que haya podido sufrir», explica Gascó, mientras apunta que más del 25 % de las lesiones medulares son consecuencia «de extracciones mal realizadas». «Sacar a un herido sin tener los conocimientos ni los medios es lo peor que pueden hacer por muy buena intención que tenga la gente, por eso hay que esperar a que lleguen los bomberos, que abren los espacios necesarios para mantener siempre la espalda del herido rígida», explica.

El mundial celebrado en Rumanía del 30 de agosto al 3 de septiembre constaba de tres pruebas. Una maniobra rápida de diez minutos en la que había que rescatar a una víctima en estado muy grave y en la que el equipo del consorcio provincial quedó en cuarto lugar; una de veinte minutos con una víctima menos grave, lo que permite demorar el rescate para habilitar un mayor espacio y evitar lesiones de columna, en la que el equipo de Gascó también quedó cuarto, y una maniobra más compleja, de 30 minutos, con una víctima en estado grave y una segunda muy grave que requería de una valoración sanitaria para determinar a cual de las dos se rescatara antes. Una de ellas, además, tenía un miembro atrapado. Esta última maniobra fue la que penalizó el resultado de los bomberos valencianos en la general al quedar en esta prueba en decimotercer lugar.

El equipo del Consorcio Provincial de València, formado mayoritariamente por bomberos de Gandia, venía de ganar dos campeonatos de España de forma consecutiva y un subcampeonato. Sergio Gascó detalla que, para decidir la clasificación, el jurado valora decenas de aspectos. Desde la forma de garantizar la seguridad tanto de los profesionales que intervienen como de las víctimas, al trato psicológico que se presta a las mismas, las técnicas de corte del vehículo para que tengan la menor incidencia en la tranquilidad de los heridos, la comunicación del equipo o la calidad en la manipulación del herido.