Ni la lluvia ni el tiempo pudieron parar la cabalgata de las fiestas del fuego de Alzira. A las 17,00 una tromba de agua cayó con fuerza. Una hora de incertidumbre que terminó obligando a la JLF a retrasar el inicio. Solo fue un pequeño susto, porque a las 19,00 los pronósticos del meteorólogo Jovi Esteve se transformaron en realidad y miles de falleros salieron en tromba desde el parque de l´Alquenència para desfilar con sus disfraces. Eso sí, con cierto retraso debido a los controles de alcoholemia de la Policía Local a los conductores de las carrozas.

Desde las trincheras del buen humor hubo disparos de toda clase, aunque si algo estuvo en el punto de mira de las comisiones fue la figura de la mujer, además de la actual situación económica y política. Sobre todo en el ámbito local, donde las fallas encontraron materia prima más que suficiente para denunciar en un ambiente festivo la realidad social del país y la capital ribereña.

La falla Plaça del Forn escogió la figura de las superhéroes para representar al sexo femenino y reivindicar la igualdad, coincidiendo con la semana del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer. «No és exagerat retratar les dones com a heroïnes per les situacions roïnes que sempre han de superar», decían sus carteles.

La comisión Plaça Major, la de mayor número de integrantes y una de las que más suele sorprender con sus coreografías, escogió al personaje de Mary Poppins y al deshollinador para retratar el papel de la mujer en la sociedad y los avances que se han ido logrando a lo largo del tiempo en su figura.

La misma línea siguieron la falla Sant Andreu, que se vistieron de magdalenas para concienciar a la sociedad de que «las mujeres son igual de dulces», y Pintor Andreu, que pese a disfrazarse de mexicanos, su carroza iba acompañada de frases reivindicativas de la famosa pintora Frida Kahlo.

La esfera política no se libra

La mordaz crítica tampoco se olvidó de la política. En el caso de la comisión Doctor Ferran, los constantes cambios de dirección y la nueva señalización de Alzira protagonizaron su disfraz. En la de Camí Nou, se vistieron de jardineros y flores, aunque con doble significado, ya que su juicio se centró en los casos de corrupción. «Per insectes, plantes i bitxos no cal anar-se´n molt lluny que ací també hi ha xoriços i ens furten als ulls», apuntaban.

En la falla Caputxins, escogieron la representación idéntica de su insignia y en la Hernán Cortés se convirtieron en una tribu. En el caso de la comisión Colonia Ana Sanchís, con sus componentes disfrazados de la película de dibujos animados Río, enviaron un mensaje a Nacho Barberà, el joven futbolista de la UD Alzira que falleció recientemente por muerte súbita en pleno partido de fútbol. Asimismo, ironizaron sobre la reversión del Hospital de la Ribera a través de sus originales vestidos de pájaro. «Como los loros, repiten que hay que revertir el Hospital y mientras, los enfermos van perdiendo en sanidad».

La figura del edil de Gestión Urbanística de Alzira, Fernando Pascual, también fue ironizada, ya que se le recordó por sus numerosos «selfies», la compra de agua embotellada por los nitratos y el cambio de color del Pont de Ferro. En el caso de la falla Josep Pau señalaron que «amb l´excusa del color corporatiu o igual perquè a algú li pega el pet, les fades -disfraz que les caracterizó durante la tarde de ayer- han pintat hui de roig viu el Pont de Ferro senceret». Lo remató l´Alquenència con sus arlequines para «mostrar las múltiples caras de los políticos». Tampoco se libraron de la mofa el sistema de pensiones, la contaminación del Xúquer y Donald Trump.