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Gracias, maestra Rosa Regàs

Gracias, maestra Rosa Regàs

La cultura genera riqueza. No me cansaré de mantener esta tesis y defenderla tantas veces como haga falta. Esta misma semana pudimos disfrutar de la escritora Rosa Regàs, quien encarna en su persona el valor de la protesta y los talentos republicanos. Una pensadora impávida, crítica, firme y decidida, profundamente ilustrada, que llegó a Cullera para dialogar sobre «La desgracia de ser mujer». La autora destaca por su ejemplaridad pública, siendo una de las intelectuales más comprometidas e inconformistas, sin más escuela que la de su intensa vida. Ella insiste en la necesidad de ejercitar a diario la mente, reformándola como si fuera tu propio refugio, impidiendo así este dicho turco: «cuando la casa está acabada entra en ella la muerte».

Regàs nos trajo un preciado tesoro: dialogar y compartir ideas, emoción, pensamientos e inquietudes entre un amplísimo público de diversas generaciones. Jóvenes curiosos de 16 ó 17 años de pie, cara a cara, mirándose a los ojos, intercambiando pareceres sobre feminismo, política, lenguaje inclusivo, la libertad de expresión, la historia, la violencia de género y la Biblioteca Nacional de España. La magia que nos regaló Regàs me hace pensar en la posibilidad de unas futuras generaciones valientes, rebeldes y protestonas, fundamentales en un mundo tan grisáceo, conformista y pusilánime como el nuestro. «Protestad por todo y en cada momento», reclamaba la escritora. Toda una riqueza cultural, desde luego, contar con la sabiduría de esta pensadora legendaria, histórica, crítica y lúcida desde siempre: «cuanto más mayor soy, más aumenta mi indignación ante las injusticias». Habla con sentencias firmes que estimulan el pensamiento, vitaminas para las personas ávidas de interpretar el mundo: «soy un poco extranjera en todas partes». Que tomen nota los mandatarios. La cultura genera mucha riqueza. Así lo hemos atestiguado con Rosa Regàs. Así creo que lo vivió ella por su sincero agradecimiento a tantas personas que la escucharon. Por el cariño mostrado en las calles de Cullera y en su visita a Sueca, por ese intenso diálogo compartido, por las firmas de tantos libros y tantas fotografías, por todo eso y más, quiero expresar desde esta ventana infinita gratitud, cariño y admiración a mi amiga y maestra Rosa Regàs.

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