Los «ullals» del río Verde en Benimodo muestran una renovada imagen. Todo acompaña. Tanto las lluvias de los últimos meses, como las tareas de limpieza y desbroce realizadas por el ayuntamiento. Las precipitaciones han provocado que el nivel del agua haya subido ligeramente, permitiendo a los humedales superar una situación que en el pasado mes de noviembre el alcalde Paco Teruel tildó de «alarmante». Mantenía la totalidad de sus tramos bañados, no obstante, la pertinaz sequía que azota con fuerza gran parte de la Comunitat Valenciana había dejado algunos puntos en fase crítica. Hoy, este entorno protegido vuelve a exhibir una buena imagen. De hecho, según confirmó el primer edil, estas Pascuas se ha convertido en un lugar muy visitado por senderistas y familias.

No era la primera vez que el nacimiento del río Verde sufría un episodio de estas características porque durante décadas ha estado sometido a la fuerte presión ejercida por las actividades humanas, de origen agrícola e industrial. En esta ocasión, su recuperación ha sido posible gracias al agua caída entre enero y marzo y la acción de la brigada municipal de Benimodo, que se han encargado de eliminar la caña, una especie invasora que prolifera por el entorno y amenaza la vegetación típica de humedales mediterráneos, como el carrizo, la boga, el junco de laguna, el lirio amarillo, el sombrerillo de agua, el pie de rana y zarzas. Todo en una labor casi artesanal, ya que la aplicación de herbicida para evitar rebrotes se ha realizado de manera minuciosa para prevenir goteos que puedan resultar perjudiciales para el resto de flora o la fauna de los «ullals».

Salida a flote

El ayuntamiento respira aliviado, ya que durante los últimos años ha luchado a brazo partido para conseguir la protección de uno de los parajes naturales más importantes de la comarca y con un gran valor ecológico. Porque a pesar de no comprender una gran extensión, pues solo ocupa 2,26 hectáreas, alberga especies de moluscos como la «Theodoxus valentinus» y «Theodoxus velascoi», esta última catalogada como en peligro de extinción. Sus aguas también tienen una calidad óptima. La prueba está en que el plan de repoblación del samaruc ha funcionado de forma espectacular, una especie también endémica y que está amenazada. Además, en la zona se ha identificado la presencia de cernícalos, martín pescador, golondrinas, carriceros, garza real o zampullín chico, entre otros. Todo en un entorno agrícola y fuertemente antropizado. «Se ha hecho un gran trabajo de limpieza y ahora tiene otro aspecto mucho más atractivo. En cuanto al nivel del agua, es cierto que ha mejorado gracias a las precipitaciones, pero tampoco nos podemos despistar. Estos días pasa mucha gente por sendas cercanas e incluso hay quienes vienen a pasar el día. Es deber de todos mantener los «ullals» en perfecto estado», explicó Paco Teruel.

Recientemente, se volvieron a encontrar bolsas con restos de plantas de marihuana, aunque en esta ocasión estaban fuera del nacimiento del río Verde. Es la segunda vez que se repite este acto, ya que en abril de 2017 aparecieron alrededor de cien sacos que estaban flotando en el interior del Paraje Natural Municipal. En aquella ocasión los operarios de conselleria y el consistorio se encargaron de retirar los restos sin que los envases llegasen a abrirse e incluso se recogieron muestras de agua. «Por fortuna, el río y el entorno no se han visto afectados. El caso está en manos de la Guardia Civil», sentenció Teruel.