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Los cazadores desmantelan el campo de tiro y silencian las escopetas en la Casella

? El club retira la maquinaria de un complejo construido hace casi cincuenta años ?El recinto será entregarlo el lunes al ayuntamiento ? El enclave se convertirá en un mirador abierto al valle

El presidente de la asociación de cazadores José Antonio Ferrer, esta semana, en el foso del campo de tiro ya vacío. vicent m. pastor

Nadie volverá ya a disparar en el campo de tiro de la Casella. La Associació de Caçadors d'Alzira ha procedido a desmantelar las instalaciones con la retirada de toda la maquinaria que se utilizaba para el lanzamiento de platos antes de firmar el próximo lunes el convenio con el ayuntamiento por el que renuncia al uso de este terreno. El consistorio, que no consideraba adecuado mantener un campo de tiro dentro de un paraje protegido, prevé ahora habilitar un gran mirador al valle de la Casella en este punto.

El campo de tiro hubiera cumplido el próximo año medio siglo de vida, en base a los datos que maneja la asociación de cazadores. El presidente, José Antonio Ferrer, detalló que éste se construyó en el año 1969 «con foso olímpico», siendo alcalde José Pellicer Magraner, y a propuesta del concejal Manuel Ros, «aficionado a tirar al plato», indicó. Ferrer señaló que fue una alternativa que se ofreció a los aficionados que con anterioridad practicaban este deporte en la Muntanyeta, con las consecuentes molestias. «Está documentado que ya en 1925 se tiraba en la Muntanyeta del Salvador», apuntó Ferrer, mientras confirmaba que la sociedad no contempla habilitar un nuevo campo para la práctica del tiro al plato. Cabe señalar que la primera referencia a este campo que aparece en la «Crónica del siglo XX», del cronista oficial de Alzira, Aureliano Lairón, está fechada el 16 de marzo de 1969 y alude a la celebración de un concurso local de tiro de pichón a brazo en el que participaron 75 tiradores y que se adjudicó Luis Américo Vives.

Los directivos de la asociación de cazadores acudirán el lunes al ayuntamiento para firmar la adjudicación de los cotos de la Casella y la Garrofera y, al mismo tiempo, el convenio de colaboración que contempla la renuncia al campo de tiro, por un lado, y el compromiso municipal de asignar una subvención anual de 6.500 euros para que los cazadores puedan realizar mejoras en los cotos. El preacuerdo se cerró hace meses, si bien la sociedad de caza condicionaba la firma del mismo a que se le adjudicaran los cotos. La licitación tramitada por el ayuntamiento se ha cerrado con la adjudicación al club local de caza, lo que finalmente ha desbloqueado la firma del acuerdo.

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