Ferrocarriles de la Generalitat Valenciana (FGV) asegura que las obras que han llevado a cabo en el cruce de la calle Vázquez Mella con Pizarro, en Alberic, y que han terminado con el cierre de uno de los accesos peatonales del paso a nivel tenían el objetivo de mejorar las condiciones de seguridad de las personas que transitan a diario por el mencionado punto, después de que los conductores de Metrovalencia alertaran de que la visibilidad era muy reducida. «Se trata de una actuación solicitada y aprobada por el Comité de Seguridad en la Circulación y que se ejecuta como parte de los trabajos que realizamos en los pasos a nivel. Además, esta actuación está amparada por la Ley de Seguridad Ferroviaria aprobada recientemente por Les Corts», explicó la empresa.
Una de las consecuencias de esta reforma y por la que muchos vecinos y vecinas se han visto afectados, tal y como adelantó ayer este periódico ayer, es que ahora están obligados a cruzar a la acera de enfrente para atravesar las vías por donde circula el tren o, en el peor de los casos, pasar por medio de la calle obstaculizando el tráfico. «Representa un grave peligro. Se han puesto en contacto con nosotros para aclararnos las dudas y se aferran a que la normativa vigente les exige actuar en estos casos. Nosotros la hemos pedido para revisarla y a partir de ahí, emprenderemos acciones», aseguró el alcalde de Alberic, Toño Carratalá.
El primer edil afirmó que las obras se habían realizado de manera unilateral, sin consultar previamente al ayuntamiento y a sabiendas de la oposición municipal después de que los técnicos advirtieran a los operarios de los riesgos que conllevaba el eliminar uno de los accesos a los viandantes. No obstante, FGV defiende que contactó en junio de 2016 con el consistorio para anunciarles que estaban elaborando un estudio para determinar las diferentes actuaciones en los pasos de la red de Metrovalencia, y no recibieron contestación. «El otro paso, situado en el extremo opuesto, se ha acondicionado por completo y ha quedado muy bien. Estimamos que la solución proyectada incrementa en gran medida la protección de las personas», señalaron desde FGV.
Una de las razones que también ha motivado a la empresa a perpetrar el cambio es el aumento de las molestias al vecindario al duplicar los avisos acústicos, permanentemente activados desde el aviso hasta el paso completo del tren. Y como posible remedio, FGV ha planteado la alternativa de pintar varios pasos de zebra a ambas a partes del cruce para que las personas puedan pasar hacia la nueva zona, algo que desde el ayuntamiento ven completamente inviable porque podría provocar que los vehículos se agolpasen en el mismo paso a nivel. «No tiene ningún sentido. Y menos en un sitio por donde pasan a diario cientos de jóvenes que estudian en el IES Consuelo Aranda», sentenció el alcalde de Alberic.
