La comprensión que se tiene de los maestros y de su forma de transmitir una materia, se basa en valores personales y educativos. No es tarea fácil y despertar la pasión por aprender entre los alumnos, tampoco. El éxito depende en gran parte de la percepción mutua que existe entre la simbiosis docente-alumno. Y precisamente, a partir de esa relación, la Universitat Politècnica de València elaboró la lista de los 50 docentes más queridos por sus estudiantes entre la que destacan cinco profesores que imparten clase en la Ribera. Ellos son: Manuel Barrios (IES Hort de Feliu de Alginet), Rafael Calatayud (IES Arabista Ribera de Carcaixent), Javier López (IES Rei En Jaume de Alzira), Lidia Marcilla (Colegio La Purísima de Alzira) y Enric Piris (IES Blasco Ibáñez de Cullera).

Trabajo emocionante. Javier López lleva treinta años en la docencia. Los últimos 13, los ha pasado en el instituto Rei En Jaume de Alzira. Allí se ha granjeado el

Una sonrisa de oreja a oreja. Lidia Marcilla es profesora de Dibujo Técnico y Artístico. Su papel en la docencia tuvo un antes y un después de ser madre. En ese momento, empezó a tratar a sus alumnos como si fueran sus hijos. Una condición que unida a su sonrisa permanente le ha permitido ganarse el reconocimiento de los estudiantes. «Una vez, uno de mis alumnos me dijo que lo que más le gustaba de mí era que entrara a clase siempre feliz, y creo que ahí está la clave, en olvidarse del resto del mundo, de los problemas o las dificultades y en entregarse en cuerpo y alma a la gente que tienes delante», explicó.

Docente los siete días. No lo tenía fácil Rafael Calatayud, el profesor de Sant Joanet que ejerce en el instituto Arabista Ribera de Carcaixent. Su materia, la economía, está de plena vigencia pero sigue levantando ampollas por una crisis económica de carácter internacional que se alarga ya diez años. Sus métodos docentes, sin embargo, siempre se han complementado con una entrega total a su alumnado. «Siempre he intentado ir un poco más allá, ofrecer a mis alumnos la ayuda que necesitan para que no se descuelguen. Eso me ha llevado muchas veces a venir el sábado a trabajar y pasar las mañanas con ellos para ofrecerles un apoyo pero sobre todo una guía», aduce Calatayud. «He intentado siempre que mis clases sean amenas. Yo doy ahora Gestión Financiera, un tema que está todos los días en los telediarios por alguna u otra razón. Eso es necesario utilizarlo», añade el docente del Arabista Ribera, que también ejerce como vicedirector del centro. Por supuesto, sus añadidos docentes siempre han sido desinteresados. El actual premio es un reconocimiento a una vida de entrega a sus estudiantes.

Un maestro magistral. El director del IES Blasco Ibáñez es «ante todo y sobre todo, profesor de Matemáticas», aseguró. El reconocimiento le llega tras una vida dedicada a la enseñanza y a sus alumnos. Su influencia ha ido más allá y los estudiantes han valorado su papel, no solo como docente, sino también como una persona que les ha enseñado el camino hacia el futuro y que les ha abierto las puertas de una vida «magistral».