Temperaturas medias más altas y episodios extremos de lluvias, pasando de la sequía a las dinámicas protagonizadas por grandes trombas como las que han sacudido diversos puntos de la comarca durante los últimos días. El temido cambio climático ha venido para quedarse y sus efectos serán mayores en años venideros.
Así se desprende de las conclusiones del informe titulado «El estado del medio ambiente en la Ribera», un extenso trabajo que ayer fue presentado en la Casa de la Cultura de Alzira por los representantes de la Ribera en Bici-Ecologistas en Acción. Un total de 25 especialistas y 14 colectivos han participado en la edición de un documento que se convierte en una profunda radiografía de la salud actual del medio natural de los municipios de la comarca.Y en una hoja de ruta imprescindible para estudiar un posible futuro a corto, medio o largo plazo.
De hecho, sus autores lo tienen claro: «El cambio climático ya ha llegado, no es para un futuro más o menos lejano. Lo tenemos encima e irá agravándose más cada año, sino cambiamos», apuntan. Olas de calor, sequías, inundaciones, incendios, erosión y desertificación? los efectos serán variados. Y muy perjudiciales. Así, pronostican que en un plazo de 32 años -para el año 2050- la temperatura media anual será dos grados centígrados superior y en el año 2100 el calor será más acusado: el mercurio subirá seis grados de media respecto a las mediciones registradas en la actualidad. Los responsables del trabajo también exponen que «todas estas extrapolaciones son coherentes con las últimas observaciones del Panel Intergubernamental del Cambio Climático, dependiente de la ONU. De hecho, el calentamiento va más rápido de lo que se calculaba en las primeras previsiones».
Déficits hídricos
Respecto a las lluvias, la previsión se centra en que las medias anuales no variarán mucho respecto a las actuales. Lo que sí se espera es la aparición de episodios más extremos. Así, apuntan que la cuenca hidrográfica del Xúquer se sitúa en medias del 35 %, muy por debajo del 47 % de media de hace diez años. La principal consecuencia en clara: «Aunque en el futuro las precipitaciones totales apenas varían, al subir las temperaturas la necesidad de agua será superior y padeceremos déficits hídricos y sequías crónicas».
Pedro Domínguez, portavoz de la Ribera en Bici, explicó ayer que «el objetivo de la iniciativa es llegar al ciudadano de a pie. Queremos que la gente sepa lo que ocurre a su alrededor. De nada sirve preocuparnos por el Amazonas sino estudiamos la salud de nuestros ríos». A su vez, también expuso que el documento también puede ser una guía para las administraciones: «Al final los responsables públicos son los que toman cartas en el asunto y los que deciden el camino a tomar. Tienen una gran responsabilidad, sobretodo los gobiernos locales. Ellos son los más cercanos».
