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El Marquesat logra ofrecer más servicios de retirada de residuos por menos dinero

El contrato que entra el lunes en vigor reduce un 33 % el importe que la Mancomunitat pagaba hace tres años y contempla más prestaciones

Una isla de contenedores en la avenida de Santa Bárbara de Catadau. vicent m. pastor

Más servicios por menos dinero. El nuevo contrato para la recogida de la basura en el Marquesat, que el lunes entra en vigor, permitirá regular esta concesión después de más veinte años con una situación anómala ya que no existía una relación contractual -sólo corregida en el último tramo por una adjudicación por unos meses que se ha prorrogado-, mejorará las prestaciones al incluir servicios que no se contemplaban en la actualidad y, todo ello, por un menor precio, lo que se traducirá en una rebaja de la tasa de la basura -no confundir con la tasa de tratamiento que gestiona el Consorcio Ribera-Valldigna- que pagan los vecinos de Llombai, Catadau y Alfarp a partir del próximo año, según confirmó ayer el presidente de la Mancomunitat del Marquesat, Josep Enric Forés.

Cinco empresas concurrieron con sus ofertas al concurso convocado por esta mancomunidad para adjudicar la recogida de residuos sólidos urbanos con un precio de salida de 160.000 euros anuales, que finalmente se ha quedado la mercantil Vareser por un importe anual 141.575,56 euros. El contrato representa un ahorro de 19.000 euros respecto del adjudicado a finales de 2016 a través de la Mancomunitat de la Ribera Alta, en lo que representaba una solución transitoria hasta que se implantara un servicio mancomunado más amplio que no ha prosperado, pero de más de 70.000 euros (un 33,5 % menos) si se toma como referencia el coste de 213.000 euros facturado en 2015 por la empresa que prestaba el servicio a través de una encomienda que se arrastraba desde mediados de los años noventa, explicó Forés.

El presidente de la Mancomunitat del Marquesat recordó que con la crisis de los vertederos en Real, primero con el rechazo al proyecto de ampliación y después con el cierre, la empresa SAV dejó de recoger la basura en esta subcomarca y las gestiones ante la diputación permitieron que la empresa pública Girsa asumiera el servicio de forma transitoria, una provisionalidad que se acabó prolongando durante casi dos décadas, incidió Forés.

«Por primera vez tenemos un contrato de dos años, más otros dos de una posible prórroga, donde claramente se regulan los derechos y deberes de cada una de las partes», incidió el edil de Llombai, mientras señalaba que la anterior relación «no vinculaba a las partes» y que, según un informe de la propia diputación, no se podía mantener por mucho más tiempo.

Josep Enric Forés detalló que el nuevo contrato contempla la recogida de la basura los siete días de la semana cuando en la época de la encomienda sólo se contemplaban cinco; incorpora la recogida de restos de poda todos los lunes, que antes no existía, mientras que la recogida de muebles y enseres que antes era mensual pasa a ser semanal, de forma que el camión pasará todos los martes por la mañana. La empresa adjudicataria también se compromete a realizar una limpieza trimestral de la zona donde se ubican los contenedores; una limpieza mensual de los mismos, aunque durante el verano será quincenal, y la renovación de todos los basureros de los núcleos urbanos de Llombai, Catadau y Alfarp, alrededor de 150.

La empresa adjudicataria ofrecía en su plica 426 contenedores, que también permitirá sustituir todos los que se encuentren deteriorados, mientras que aquellos que se encuentren en buen estado en los pueblos servirán para renovar los repartidos por las urbanizaciones y reforzar los puntos donde la actual dotación se considere insuficiente.

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