El Ayuntamiento de Alzira ha ofrecido una parcela de 2.000 metros cuadrados en la Ciudad del Transporte, el polígono de la ITV junto a la CV-42, para la construcción de un refugio comarcal de animales y sólo falta que los ayuntamientos interesados confirmen su adhesión a este servicio mancomunado para activar el proyecto, según explicó ayer el alcalde de Alzira, Diego Gómez, que anunció que el refugio tendrá gestión pública y buscará el apoyo de voluntarios, en este caso protectoras de animales.

Treinta y cuatro de los 47 municipios de la Ribera habían mostrado su interés en adherirse a este nuevo servicio que impulsará el consorcio comarcal, la entidad que agrupa a las dos principales mancomunidades, si bien una vez realizados los estudios económicos se ha emplazado a los diferentes ayuntamientos a ratificar esta adhesión. Cabe recordar que la Mancomunitat había visitados un par de albergues para conocer diferentes modelos de gestión antes de tomar una decisión.

Alzira ha ofrecido una parcela en un sector urbanizado, lo que posibilitará disponer de luz y agua, si bien el alcalde comentó que el coste de construcción del refugio se ha estimado en 450.000 euros. Fuentes de la Mancomunitat, no obstante, se mostraron optimistas ante la posibilidad de acceder a ayudas que permitan financiar íntegramente esa inversión. No obstante, el coste de mantenimiento se ha estimado en 0,89 euros por habitante y año, cantidad que tendrán que asumir los ayuntamientos.

Las obras, en 2019

Una vez se concrete el número de adhesiones -y si no se producen bajas significativas entre los ayuntamientos-, la perspectiva pasa por comenzar las obras a principios del próximo año de forma que el refugio pueda estar acabado a lo largo de 2019. Esta nueva instalación será gestionada con recursos de la administración, en este caso, del consorcio comarcal.

Por otra parte, la protectora alcireña Lacua ha lanzado un SOS a través de las redes sociales en el que reclama un local más grande. No se trata de un refugio -la Mancomunitat de la Ribera Alta presta el servicio de recogida de animales a través de Gossos d'Alpe- sino de una base logística. La protectora recuerda que, al final de la pasada legislatura, el anterior gobierno le cedió un pequeño habitáculo para poder almanecar sacos de pienso, mantas y otras donaciones, además del material que se utiliza en mercados solidarios. «Pasábamos de no tener nada a tener ese espacio, por lo que tuvimos que contentarnos, pero ahora es totalmente inviable», señala Lacua, debido al aumento de animales atendidos. La protectora reclama un local más grande al ayuntamiento para poder seguir realizando su actividad ya que, según señala, en el actual «prácticamente no se puede entrar».