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La casa medieval de Sinyent pierde el techo y se agrieta tras el vendaval

El temporal deja al borde del derrumbe la última construcción del gótico civil que queda en pie en la comarca ubicada en Polinyà de Xúquer También se han producido graves desprendimientos

El techo de la Casa de Sinyent voló más de cien metros. vicent m. pastor

La tormenta del domingo no solo resultó letal para la agricultura. La combinación de agua, granizo y viento también arremetió contra el patrimonio comarcal. Fue en cuestión de minutos. Suficientes para que el fenómeno meteorológico, conocido como «downburst», dejara la construcción más representativa de la arquitectura civil medieval de la Ribera, la Casa de Sinyent, en jaque. La virulencia del vendaval levantó de un plumazo la sobrecubierta provisional y se llevó por delante parte de las vigas y la chapa que evitaba las filtraciones de agua. Volaron alrededor de cien metros hasta llegar a un campo de caquis, donde todavía hoy se refleja la huella del desastre. Al caos también se ha unido la aparición de nuevas grietas, que han deteriorado aún más su ya frágil estructura, y varios desprendimientos de los forjados, el patio interior y la fachada posterior, evidenciando el riesgo de derrumbe. De hecho, su estado actual es tan preocupante que puede tornarse en irreversible. «Se ha quedado todo al descubierto y el peligro es evidente. Nadie esperaba un desastre de estas dimensiones y podría haber sido peor si el techo llega a impactar en algún vehículo. Se han partido hasta las soldaduras. Lo que sucedió es algo insólito. Nunca había visto algo igual. Haremos lo posible para detener su decadencia», explicó Agustín Soriano, trabajador de la granja.

Este referente del gótico civil, declarado Bien de Interés Cultural (BIC) hace unos meses, es de las pocas obras de este tipo que permanecen en pie en la Comunitat. Aunque de origen incierto, por su tipología constructiva los estudios aseguran que data de principios del siglo XIX. Fue durante épocas el único paso del río entre los puentes de Alzira y Cullera y el lugar aparece descrito en las crónicas del rey Jaume I. Es un monumento de indudable valor que ha alcanzado un estado ruinoso. En 2011, la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA) adquirió la finca para instalar su campo de experimentación y, pese a que hay un proyecto de rehabilitación para transformar la Casa de Sinyent en un centro social, la falta de subvenciones han ralentizado las actuaciones. En 2014, el sindicato agrario realizó varios trabajos de consolidación a través de una subvención de cerca de 30.000 euros de la Fundació Pere Compte. Era la mayor intervención realizada hasta el momento, con el objetivo de evitar su desaparición y a la espera de recibir un apoyo que permitiera acometer un plan que se cifró en su día en 2.5 millones de euros. No obstante, la enmienda no ha frenado su degradación.

Un futuro incierto

El inmueble tiene dos espacios claramente diferenciados, el almacén o lonja en la planta baja, y la vivienda señorial de naturaleza rural arriba. Aun así, se han perdido parte de los elementos que conformaban su identidad. Solo se mantienen la gran cantidad de arcos en la parte que está orientada al Xúquer, piezas que mejor identifican esta construcción, que en su día dependió del Monasterio de la Valldigna.

Hace siete años, la Asociación Hispania Nostra incluyó a la Casa de Sinyent en la Lista Roja del Patrimonio Cultural Español, en la que se recogen todos aquellos edificios que se encuentran en grave declive. A día de hoy sigue estando presente y más todavía después de la presión ejercida por la climatología. Por el momento, el Ayuntamiento de Polinyà y AVA-Asaja tienen previsto exigir al Consell medidas de urgencia.

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