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Patrimonio inundado en Tous

La crecida de las aguas por el pantano pone en peligro un castillo y una torre de gran valor histórico

Parte del patrimonio destrozado por las aguas del pantano y, al fondo, el campanario de la antigua iglesia de Tous. vicent m. pastor

Se dice que cerca de 1,28 millones de personas fueron desplazadas para la construcción de la denominada como Presa de las Tres Gargantas en China. No fue lo único, ya que además se registró un importante impacto ambiental y la pérdida de patrimonio arquitectónico chino que quedó sumergido bajo las aguas. En Tous pasó algo similar. Parecido en cuanto a la pérdida, bajo las aguas, de parte del patrimonio histórico local. Nada de las magnánimas cifras chinas, pero sí en valor. A parte de la iglesia que se asoma la cabeza cuando los niveles del agua descienden, también se puede visualizar muy cerca del cauce dos elementos arquitectónicos y de gran valor como el castillo y la torre, con siglos de historia en sus cimientos pero sin la protección necesaria para su restauración por parte de las autoridades.

El castillo de Tous se alza sobre un cerro alargado que se erigía en el margen izquierdo del río Xúquer y que en la actualidad ha quedado rodeado por el agua del embalse, dentro de una de las estribaciones meridionales de la zona montañosa de La Cruz, a 114 metros de altitud.

Según el técnico de la Generalitat Valenciana especializado en restauración, Ignacio Matoses, aunque es más que probable que estuviera edificado sobre los restos de construcciones de épocas anteriores, la fortaleza islámica es de época almohade (siglo XII), siendo uno de los puntos clave en la resistencia y rebelión musulmana al dominio cristiano durante la segunda mitad del siglo XIII, debido a la existencia de una importante población musulmana que se localizaba en dicho castillo y zonas aledañas y que se resistió a perder sus tierras.

Su enclave tuvo una notable importancia estratégica, ya que desde él se controlaba tanto el cauce del río Xúquer como la confluencia de éste con el río Escalona. Tendría comunicación visual a su vez con el castillo de Sumacàrcer y el de Terrabona, siendo el núcleo de la conexión entre Xàtiva y Millares. De los escasos restos del castillo se puede deducir cómo su diseño estuvo condicionado en gran medida por la orografía del terreno, encontrándose aljibes y almacenes, así como numerosos restos cerámicos que evidencian la existencia de una ocupación humana significativa.

Los restos de la muralla que todavía perviven son de tapia de argamasa con mampuestos, presentando éstos un cierto orden en su colocación al disponerse en hiladas horizontales que se alternan con otras de argamasa.

Particular morfología

En el lado opuesto de la cumbre del cerro, en su extremo norte, a unos 200 metros de los restos del castillo, sobre un abrupto peñasco que condiciona su morfología, se encuentra la torre, de planta aparentemente triangular pese a estar formada por cuatro lados, forma que poco tiene que ver con el resto de este tipo de torres, por lo general de planta cuadrada o rectangular. Construida con gruesos muros de tapia de argamasa con mampuestos, está formada por dos niveles comunicados por una escalera de planta semicircular. El primer nivel se cubre con una bóveda de cañón que se conserva completa. Según Matoses, la escalera estaría cubierta por una superficie abovedada de la que todavía se puede apreciar el arranque.

Los peldaños mantienen su geometría original, pudiéndose observar todavía hoy las marcas de las agujas utilizadas para su construcción. La torre ha perdido elementos de valor como su remate, probablemente almenado, pero no obstante se pueden observar otros elementos de interés como las incisiones oblicuas practicadas en el enlucido de cal del paramento de la escalera, elemento decorativo que también se puede observar en otros sitios como el castillo de Cavas o en el de La Pileta.

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