La consellera de Sanidad, Ana Barceló, negó ayer rotundamnte que exista alguna posibilidad de maquillar las listas de espera en el hospital de La Ribera y anunció la entrada en servicio de un nuevo quirófano a final de año. Barceló aseguró que, desde que la conselleria se hizo cago de la gestión, el pasado 1 de abril, el aumento de la espera quirúrgica es de solo tres días.

Barceló compareció ayer para destacar que apenas llevan tres meses de gestión pública y que el grueso de la demora se produjo antes de la reversión. En concreto, en marzo de 2015 era de 44 días, al año siguiente aumentó a 48, en 2017 era de 54, en marzo de 2018, «antes del fin del contrato de la concesión, era de 62 días y en junio se sitúa en 65. «Es decir, la lista espera en estos meses, desde que nos hemos hecho cargo de la gestión ha aumentado tres días solamente, un día por mes», precisó la consellera antes de achacarlo «a que había un arrastre de pacientes».

Y añadió: «No existe posibilidad de maquillaje o tratamiento interno de los datos de la lista de espera, es imposible porque los cálculos se realizan desde los servicio centrales de la conselleria y se obtiene del programa informático Alumbra, que calcula demoras, esperas y demás datos de actividad por lo que no existe posibilidad alguna de alterar dichos datos».

Más personal e intervenciones

Barceló desmintió que «exista una lista de espera estructural porque no hay derivación de pacientes a ningún otro centro, por tanto no hay ocultación de ningún dato». Y subrayó que desde que finalizó la concesión «se han implementado planes de aumento de la actividad quirúrgica para corregir las posibles tendencia al alza de la demora» y en concreto, se ha aumentado el personal de refuerzo de verano «para poder programar intervenciones quirúrgicas a unos 600 pacientes más que en 2017».

Los datos sobre el aumento de las listas de espera se filtraron tras grabarse el audio de una reunión mantenida por directivos del hospital. «Me parece gravísimo que se graben conversaciones de trabajo porque eso genera una desconfianza total en el equipo directivo a la hora de transmitir directrices de trabajo», apuntó para defender después que la eficacia y eficiencia «no son cualidades solo de la gestión privada» sino que también «forman parte del ADN de la gestión pública».

La consellera también sostuvo que «es normal» que los equipos directivos dicten normas «pero en ningún caso se habló de maquillar las listas de espera» sino de «trabajar y tener una actividad efectiva para rebajarlas».

Además, destacó que está previsto construir un nuevo quirófano, que entrará en servicio a final de año, y que se está elaborando un plan de necesidades del departamento de Salud de la Ribera para ver «cómo está y qué necesidades hay que implementar para mejorar y seguir prestando un buen servicio».

También ha comentado que la inversión del plan de refuerzo y sustituciones de verano ha pasado de 1,7 millones de euros el año pasado a 2,8 en 2018, y que el Plan de vacaciones ha aumentado los refuerzos y aperturas de consultorios en zonas de mayor afluencia turística como Sueca, Cullera y El Marquesat.

Igualmente, ha hecho hincapié en que, entre abril y mayo de este año, se ha aumentado la plantilla en 11 facultativos, cuatro de ellos pediatras, y se ha contratado 19 enfermeras y 9 auxiliares en la UCI, y 17 enfermeras, 12 auxiliares y 7 celadores en Urgencias.