La remodelación de la plaza de Corbera ha sacado a la luz los restos de la antigua iglesia del municipio, que data del siglo XVI. Los trabajos para el levantamiento del asfalto de la zona han permitido la identificación del perímetro del antiguo templo, lo que ha ocasionado la puesta en marcha de una excavación arqueológica de urgencia. Miguel Gómez Sahuquillo es el experto que ha liderado las operaciones de recuperación. Ayer atendió a Levante-EMV y explicó la marcha de los trabajos: «La presencia del antiguo templo estaba documentada y al levantar el terreno han aparecido las parcelas. Se pueden ver contrafuertes y los cimientos de una iglesia posterior, construida muy cerca y a principios del siglo XVIII». Según los registros históricos, la parroquia primitiva se edificó en el año 1596 por mediación de Juan Enríquez de Ribera, entonces arzobispo de València. Dicha construcción fue derruida durante la Guerra Civil y en 1940 se inició el proyecto para levantar la actual iglesia de los Santos Vicentes.
Enterramientos
Por otra parte, en la parcela descubierta también se han hallado distintos vasos funerarios, donde descansan cuerpos enterrados. Según detalla el experto que ha liderado la recuperación, en la época era habitual que cofrades o devotos de una determinada capilla acabaran enterrados en ese edificio: «Era una práctica social, que dependía de muchos factores. Muchos de los sepulcros hallados están gravemente afectados por el paso del tiempo». A su vez, durante la excavación arqueológica de urgencia también ha aparecido lo que parece ser un lugar de enterramiento perteneciente a la época de dominación islámica, identificado por la forma de preservar los cuerpos y la posición en la que se encuentran: en postura fetal y mirando a la Meca, lugar sagrado para los practicantes de este credo. Las operaciones no se han finiquitado aún y, de momento, se han encontrado media docena de cuerpos enterrados.
A su vez, la excavación también ha permitido identificar parte del pavimento de la época en la que se construyó la iglesia primitiva del siglo XVI: «Hay zonas que están enteras y nos permiten vislumbrar el proyecto original de la iglesia. También hay parcelas muy machacadas, donde es más difícil trabajar», expuso el técnico responsable del proyecto de recuperación arqueológica.
Proteger los restos
Una vez delimitado el perímetro de la antigua iglesia de Corbera que data del siglo XVI, el objetivo de los responsables de los actuales trabajos de recuperación pasa por proteger los vestigios. El arqueólogo responsable apunta que el objetivo final es que la población pueda conocer y ver con sus propios ojos su historia, aunque el modo de ejecutar la conservación no ha sido aún decidido: «De momento se van a utilizar elementos textiles, pero no sabemos lo que ocurrirá en el futuro. La posibilidad de instalar un cristal para que la gente vea desde arriba los restos creo que será muy difícil de ejecutar ya que hablamos de un espacio que está al aire libre, sufre las inclemencias meteorológicas y es paso de vehículos. Se decidirá con tiempo».
