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Menos humos en Carcaixent

Dynamo nace con el objetivo de sacar coches de las calles y sustituirlos por bicicletas y vecinos andando

Son jóvenes. Inquietos. Maestros, ingenieros y estudiantes. Y representan a Dynamo, un colectivo de Carcaixent que lucha por mejorar el planeta guiado por tres singularidades: sostenibilidad, movilidad y ciudad amable. Su pasión por transformar la sociedad es un intangible que en este ámbito marca la diferencia. No promulgan el famoso apagón, pero sí buscan encender conciencias. Son el «Pepito Grillo» del medio ambiente. La Tierra va primero. De hecho, una de sus labores más importantes, además de trabajar por conservar la naturaleza, es dar visibilidad a su tarea de concienciar a sus vecinos de que si no se cuida el espacio donde viven, podrían acabar lamentando la fecha de caducidad.

«Esta iniciativa nació de varias conversaciones con amigos. La gente tiene muy malos hábitos, por eso estamos aquí, para tratar de cambiarlos. Carcaixent es una localidad donde está todo bastante recogido. No hay grandes distancias, pero se sigue haciendo un uso excesivo del coche, con todos los perjuicios que eso conlleva para el espacio público», señala Lluís Candel, uno de los fundadores del grupo.

Su principal objetivo pasa por borrar del mapa las calles llenas de coches. Sacar los vehículos del casco urbano y dar prioridad al transporte en bici o a pie. Durante meses han realizado un estudio con distintos trayectos. Un caso práctico: de la Plaça Major a la biblioteca hay 850 metros. En automóvil se tardaría cinco minutos, pero tendría un gasto de 0,37 euros y se emitirían 239 gramos de CO2. Todo lo contrario ocurre yendo a pedales, que se emplearían cero euros y se completaría el desplazamiento en cuatro minutos; mientras que andando se llegaría al destino en diez minutos.

No es su única reivindicación. También exigen aumentar el arbolado, diseñar un nuevo Plan de Movilidad Urbana Sostenible, reutilizar el material plástico y reducir la velocidad a 30 km/h, entre otras peticiones. Quieren que los niños puedan recorrer las calles sin miedo. Lo saben: el coche no se puede eliminar, pero sí puede convivir con los peatones y bicicletas sin subordinarlos. «Somos conscientes de que no es posible que Carcaixent sea peatonal al 100 %, pero sí puede hacerse un uso racional del transporte privado. Ahora en verano, si las calles tuvieran más sombra, los vecinos saldrían mucho más de sus casas. Ir a pie comporta unos beneficios únicos para el cuerpo y para el planeta. Ganan en salud, ahorran dinero y hay menos peligro. De paso, también sirve para socializarse, porque la vida no es como un McAuto. El tejido social de las poblaciones se está perdiendo. Si se fomenta el andar, se ganará en calidad de vida», explicó Candel.

El papel de la ciudadanía

El acto de cualquier habitante influye en la sociedad. Es una cuestión de pura responsabilidad. Utilizar la bicicleta o ir a pie es sinónimo de contaminar menos, es más saludable y aporta un grano de arena al cambio, en pos de la sostenibilidad y en contra de la degradación del planeta. Guiados bajo esta premisa, Dynamo rechaza cualquier vínculo con un partido político. «Esto es un movimiento asambleísta. Estamos hablando de que se trata de un problema que afecta a toda la sociedad. No hay intereses ocultos detrás. Si no creyéramos que se puede dar un giro de rumbo, no estaríamos aquí. Esto es una iniciativa social», asegura Lluís Candel.

Su nombre lo dice todo: Dynamo, un generador eléctrico. Y es que con su energía quieren llegar lo más lejos posible y cambiar la percepción de que para ir de un sitio a otro es más rápido con el coche.

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