El retrato del afamado Dj parisino David Guetta pintado en directo durante la presentación de su nuevo álbum, celebrada el miércoles en la terraza de un céntrico hotel de Madrid, ha sido su última obra antes de subirse a un avión rumbo a Estados Unidos para entregar un encargo a un cliente y negociar una exposición en Nueva York. El formato para elaborar a contrarreloj una obra de grandes dimensiones (180 x 180) con la imagen de David Guetta no le viene de nuevo al joven pintor de Algemesí Jordi Machí. Hace un par de años recibió un encargo similar de Televisión Española para realizar un retrato de Miguel Bosé en plató durante la gala de Nochebuena que conducía el cantante.
Este trabajo tuvo una notable repercusión mediática, aunque reconocimiento no le faltaba ya a Jordi Machí, dentro y fuera de España. De hecho, la adquisición de una de sus obras por el rapero Kanye West, marido de Kim Kardashian, con motivo del nacimiento de uno de sus hijos, puso a Machí en el escaparate en Hollywood. Un encargo de un amigo del actor Ryan Gosling para que pintara un retrato del protagonista de «La La Land» acrecentó si cabe su fama. Titulares como «El pintor de los famosos»; «De Hollywood a Valencia» o «Vivir del arte en Hollywood» le han acompañado en los últimos años. La pintura le ha llevado a residir temporalmente en Líbano y Estados Unidos y a exponer en países como Italia, Inglaterra, Brasil, Bélgica o el propio Estados Unidos.
«No me considero para nada un pintor de los famosos, me considero simplemente un artista y pinto para todos igual independiente del estatus», relata Machí, que recientemente ha aparecido en diversas publicaciones que le situaban entre los mejores artistas contemporáneos españoles vivos.
Antes de regresar a Estados Unidos para divulgar su obra, Jordi Machí ha dejado una selección de once trabajos que se podrán contemplar en el Museu de la Festa de su ciudad natal hasta el próximo 21 de septiembre. La selección permite realizar un recorrido por los últimos trabajos del artista y sumergirse de lleno en lo que pretende ser un bosquejo de su particular percepción de la realidad, señalaron desde el Museu de la Festa, mientras incidían en que «cada pieza enlaza de manera sublime el arte de la pintura con el complejo mundo de las emociones».
La internacionalización marcó desde un primer momento la carrera artística de Machí, ya que mientras estudiaba Bellas Artes realizó diversas estancias en el extranjero, primero en Venecia y posteriormente en Sao Paulo. Con todo, el artista destaca dos puntos de inflexión en su trayectoria. Por un lado, su primera exposición en Líbano, donde llegó a través de un contacto y vendió todos los cuadros en una noche. «Eso me abrió un poco el camino al circuito de arte internacional, ya que hice muchos clientes y estoy trabajando bastante allí», explica. El segundo lo sitúa en Estados Unidos, donde un cliente le pidió una colección entera y una de las obras basadas en «El Principito» acabó en el domicilio Kanye West y Kim Kardashian.
«Soy un pintor figurativo por instinto, admiro el retrato, siento pasión por el retrato y es un aspecto de la pintura que realmente disfruto, pintar más allá de lo que ves e intentar captar el alma de una persona, ya no sólo visualmente una imagen, sino ver más allá», explicó a Levante-EMV antes de partir hacia Estados Unidos, mientras apuntaba que su trabajo no se centra sólo en el retrato. «Soy adaptable y considero que es una cualidad, no sólo porque me abre más puertas sino porque entiendo que un artista está en constante experimentación, me gusta experimentar, encontrar nuevas técnicas así como nuevos rincones de la pintura», indicó.
A sus 35 años, Machí asegura estar en el momento de inventar hacerse más visible en Estados Unidos. Su próximo proyecto pasa por exponer en Nueva York y «otras ciudades potentes».
