La laguna de l'Estany de Cullera no pudo contener ayer el aporte de las escorrentías y se desbordó anegando las tierras colindantes aunque en ningún momento amenazó a la pedanía ni afectó a ninguna de las viviendas diseminadas en la zona. A pocos kilómetros de allí, el Xúquer apenas podía sujetarse a sus costuras y en algunos puntos cercanos a la desembocadura llegó a lamer el borde del cauce.

El temporal coincidió con un potente temporal martítimo que dificultaba el desagüe del principal río de la comarca. La mañana fue muy complicada en Cullera, al igual que en Favara y Sueca, donde volvieron a registrarse índices pluviométricos impresionantes que se sumaban a los altos registros anotados en días precedentes.

Algunos caminos secundarios de zonas residenciales del Dosel quedaron anegados. y, por tanto, impracticables. La intensidad de la lluvia también obligó a cortar numerosas carreteras y vías rurales, como la CV-605 a la altura del Brosquil en sentido Tavernes de la Valldigna. Se pudo circular por esa misma carretera desde Cullera hasta la pedanía del Brosquil y del Brosquil hacia Cullera, aunque la policía reclamó precaución en la zona del puente de les Vaques.

El nivel de inundación alcanzó cotas inusuales al unirse la lluvia al caudal suministrado a los cotos de caza para alimentar la campaña de tiradas de aves acuáticas en el parque natural de l'Albufera. La actividad educativa de Cullera fue suspendida y se cerraron las instalaciones deportivas y todos los parques y jardines.

También hubo incidencias en el suministro eléctrico. La zona de la Bega se quedó sin luz debido a una avería, según confirmaron fuentes de Iberdrola. Por ese motivo, se tuvo que cerrar la Casa de la Cultura de Cullera y dejaron de funcionar los semáforos de la zona, lo que complicó el tráfico.