Los jubilados más activos en la lucha por preservar algunos de los derechos fundamentales en riesgo durante la época de crisis y recortes recibieron el nombre de «yayoflautas», expresión que adquirió con el tiempo un cierto sentido peyorativo por parte de algunos medios de comunicación (especialmente de aquellos con una línea editorial a la derecha del espectro ideológico). Pero, a día de hoy, es ese colectivo el único que matiene viva la protesta por asegurar las pensiones.

En Alzira, la Unió per les Pensions, realiza concentraciones cada miércoles, a las 11,00 horas, en la plaza del Ayuntamiento para hacerse oír, pero también para realizar pedagogía (de hecho el 13 de diciembre realizarán una charla en la Casa de la Cultura con Héctor Illueca y José García Polo). «Este movimiento nace para quedarse, esto es una carrera de largo recorrido. Caemos en el error de creer que este problema afecta solo a los jubilados. Cualquier persona sana que va por la calle y sufre cualquier accidente que le impide trabajar de por vida, eso ya es un pensionista. Y tenemos que hacer comprender eso a la gente: un pensionista no es un jubilado», explicó el presidente del colectivo alcireño, Raül Ferrer.

Para la plataforma alcireña, las pensiones son un pilar básico de la sociedad del bienestar igual que lo son la educación o la sanidad. «La lucha por las pensiones va mucho más allá de los aumentos y revalorizaciones de una cantidad, abarca también los ámbitos legal, económico y social», aclaró Ferrer. De hecho, el colectivo reivindica doce puntos fundamentales entre los que se encuentran restablecer la edad de jubilación a los 65 años, garantizar una pensión mínima de 1.080 euros o eliminar todo tipo de copago sanitario.

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