El sector citrícola pasa por uno de sus peores momentos en muchos años. Precios irrisorios, inclemencias meteorológicas y una producción excelente que en más de una ocasión se queda en el árbol. En medio de todo ello, la negociación del convenio de «collidors», el colectivo peor parado (y tratado). Ante ese escenario, los sindicatos llaman a la movilización para lograr unos derechos laborales dignos. La gran cita será el próximo día 5, en València.

Tanto CC OO como UGT participaron ayer en una asamblea realizada en Carcaixent para informar a los trabajadores del campo sobre dicho convenio. El delegado comarcal de Comisiones Obreras, Josep Antoni Carrascosa, defendió al colectivo: «Abaratar costes laborales para ser competitivos es la solución más fácil, siempre ocurre lo mismo. Es un problema que no se ha abordado durante muchos años, se mira hacia abajo, hacia el trabajador, y no hacia arriba, hacia las empresas. Se busca salvar campañas y precios a costa de los trabajadores», aseguró.

Su discurso fue encaminado, además, en la defensa del sector agrícola, en general, y citrícola, en particular: «Tenemos que proteger un sector que es importantísimo y que merece un mayor respeto. No se está defendiendo a la agricultora ni a los agricultores. La mano de obra más precaria es la que se encuentra en el campo y eso es socialmente insoportable, no pueden ser tratados como mercancía, merecen derechos y regulación», expresó Carrascosa.

Al respecto, el portavoz sindical denunció que «falta autorregulación» en diversos aspectos del sector, como por ejemplo en las Empresas de Trabajo Temporal (ETT): «Hemos llegado a tener una desregulación muy grande, es una barbaridad, una auténtica selva. Han habido malas prácticas a diario, por ejemplo con las ETT. En otros sectores existe un control, pero aquí hay una presencia masiva y se han convertido en un negocio».

Por todo ello, los sindicatos pretende movilizar a los agricultores de la Ribera y de otras comarcas: «El día 5 iremos a València y nos manifestaremos por el sector. Que los trabajadores del campo pidan una subida del 2 % no va a hundir el sector. Han pasado una década muy complicada para mantenerlo, han aportado mucho y no han recibido nada a cambio. Los 'collidors' merecen recuperar la normalidad de su trabajo, esto no puede seguir así».