Numerosos agentes de la Policía Nacional realizaron ayer un nuevo rastreo en la loma donde el miércoles aparecieron los restos óseos de un hombre muerto hace al menos seis meses. La búsqueda dio sus frutos: los agentes han reunido prácticamente el esqueleto completo, algo que no podrá certificarse hasta su reconstrucción en el Instituto de Medicina Legal. De momento, la primera inspección realizada por el forense ha descartado signos violentos que hablen de un homicidio, es decir, no había marcas compatibles con armas blancas, disparos, contusiones o fracturas propias de un homicidio. No obstante, si hubiese sido una muerte violenta solo apreciable en los tejidos blandos, obviamente no habría reflejo en la osamenta, por lo que habrá que esperar al trabajo forense para determinar si es o no un crimen.