Las tradiciones tienen, en numerosas ocasiones, un poderoso vínculo con la gastronomía. Con las fallas ocurre lo mismo. Aunque la carne a la brasa y las paellas son dos de los platos estrella, un dulce hecho de calabaza acapara buena parte de los estómagos estos días. Dada su importancia, Sueca ha querido acercar dicha tradición a los más pequeños de la localidad. Unos trescientos menores participaron en una jornada que sirvió para enseñar a los escolares el proceso de elaboración de los buñuelos.
El lugar escogido para la muestra magistral de cocina fue el mercado municipal. Allí, un grupo de integrantes de la Junta Local contra el Cáncer de Sueca se encargó de trasladar a los estudiantes algunos de los secretos de cara a cocinar el tradicional dulce. De igual manera, los jóvenes participaron en talleres de manualidades alrededor de la cultura fallera, sus tradiciones y elementos principales.
Todo el alumnado participando siguió atento a las explicaciones de las voluntarias que les guiaron en la aventura culinaria de elaboración de la receta de los buñuelos. Y mientras «subía» la pasta hasta llegar en su punto óptimo para dar forma al exquisito dulce, los niños pudieron ver cómo las voluntarias los ponían a freír en los calderos, de la masa reservada que guardaban ya en su punto.
Establecimiento único
«Queremos acercar la cultura del mercado a nuestros pequeños, que descubran que en Sueca disponen de un establecimiento único, con historia, con productos frescos, autóctonos, tradicionales y de proximidad, de una calidad excepcional», explicó Xavier Masó, concejal de Turismo y Comercio sobre la iniciativa llevada a cabo en el mercado.
