Sueca ofrece una gran variedad des espacios que aportan estampas para el recuerdo. No solamente por la «Ruta Modernista» con unos edificios emblemáticos y peculiares de este estilo valenciano, que ya de por sí son un atractivo para el visitante sino también por las rutas totalmente ecológicas y naturales.
Color cambiante. Los arrozales son un recurso paisajístico incomparable cuando se pueden contemplar los cambios de color que se producen a lo largo del año debido al ciclo del cultivo del arroz. Justo hacia el final de la primavera y durante el verano, los campos de arroz se transforman en una alfombra verde, para que en el otoño se pueda realizar la siega que deja los campos teñidos de color ocre y en el invierno aparece el color de la tierra trabajada antes de volverla a inundar.
La Muntanyetra y la Ermita. Paseando entre arrozales en un paisaje realmente cautivador llegaremos a la Muntanyeta dels Sants, mirador por excelencia de una gran planicie arrocera. Desde allí se puede admirar una panorámica espléndida de las comarcas de la Ribera Baixa, la Ribera Alta, l'Horta sud, el sur de València y hasta las playas. La Muntanyeta del Sants es un enclave especial con una ermita situada en un montículo de 27 metros de altura con un valor medioambiental extraordinario y rodeada de vegetación mediterránea. La cima se encuentra coronada por la ermita dedicada a los Benissants de la Pedra en honor a los santos Abdón y Senén. Fue construida en el siglo XIV y posteriormente, de 1611 a 1613, se edificó la actual ermita sobre la anterior.
L'Ullal de Baldoví. La ruta de los arrozales continúa por caminos de la marjal hacia el conocido «Ullal de Baldoví», el manantial por excelencia del Parque Natural de la Albufera. La reserva del «ullal» está ubicada en la partida del Malvinaret y es un pequeño ecosistema de zona húmeda que cuenta con observatorios y miradores desde los cuales se pueden reconocer especies de fauna y flora.
Recomendaciones. El inicio de la ruta es sencillo. En las afueras de Sueca en dirección a Les Palmeres y justo frente a la piscina cubierta existe una cruz conmemorativa la cual señala el inicio de la ruta «Un passeig per l'arrossar». Con esa ruta se puede disfrutar de una marjal llena de vida y que se encuentra inmersa en el Parque Natural de la Albufera. Una ruta de aproximadamente 5,5 kilómetros que puede durar entre 3 y 4 horas y que se puede completar en coche, autobús, bicicleta o a pie.
Se puede realizar la visita en diferentes épocas del año para poder observar cómo cambia el paisaje, de color y de formas, según el ciclo del arroz. No es recomendable realizar dicha ruta durante la época de caza, es decir en los meses que van desde noviembre hasta febrero. Una Sueca para disfrutar al aire libre.
