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Medio Ambiente

La CHJ atribuye al calor y al escaso caudal la mortandad de peces en el río Magro

El Comisario de Aguas no descarta la hipótesis de un vertido ilegal aunque advierte de que si fuera la causa "sería casi imposible identificar al culpable"

La CHJ atribuye al calor y al escaso caudal la mortandad de peces en el río Magro

Los operarios de Tragsa retiraron ayer las decenas de peces muertos del río Magro mientras sigue abierta la investigación que intenta averiguar la causa de la mortandad. La Confederación Hidrográfica del Júcar, por su parte, cree que la explicación más probable es que los animales falleciesen por un «exceso de temperatura». El organismo de cuenca también asegura que se han tomado muestras tanto de agua como de los peces para poder realizar las pesquisas necesarias. Con todo, no se descarta la hipótesis del vertido ilegal.

Los peces muertos aparecieron hace una semana. Fue un vecino de l'Alcúdia el que vio la estampa de los animales flotando sin vida sobre una lámina de agua en el Magro. Se localizó más de un centenar en un tramo de entre 200 y 300 metros. El hallazgo fue calificado como inusual por fuentes municipales, ya que este tipo de episodios no se habían producido anteriormente en las actuales circunstancias: en pleno mes de marzo y en ese lugar concreto. La localidad había registrado mortandades en el pasado, aunque durante el periodo estival, época en la que, efectivamente, el mercurio se dispara. Durante los días de fallas, momento en el que podría haberse producido la muerte de los animales, l'Alcúdia llegó a contabilizar 28,5 ºC, según los datos facilitados por Avamet. Temperatura prácticamente veraniega e inusual durante esta época del año, lo que podría dar fuerza a la hipótesis de la CHJ. «Teniendo en cuenta que el caudal del río es escaso y hemos tenido unos días de temperaturas bastante elevadas parece que lo más probable es que los peces hayan muerto por el exceso de temperatura», dijo Miguel Polo, Comisario de Aguas de la CHJ.

Con todo, existe cierto excepticismo con respecto a la investigación abierta. «Averiguar la causa de una mortandad de peces no es tarea sencilla y lo sé porque empecé mi andadura en la CHJ en el servicio de vertidos en 2005 cuando faltaban unas cuantas EDAR de las grandes por construir y las mortandades en el Júcar eran demasiado habituales. Los peces pueden morir por muchas causas como la falta de agua, la falta de oxígeno, las variaciones bruscas de temperatura o las sustancias tóxicas», comentó al respecto Polo, a lo que añadió: «Si somos capaces de saber por qué han muerto los peces después la otra tarea nada sencilla es la de buscar el origen y en consecuencia buscar al responsable, si es que lo hay. Por ejemplo, si la causa es un vertido clandestino es muy difícil de detectar porque desde que se produce el vertido hasta que se detecta el efecto con la muerte de los peces y se toman muestras de las aguas, lo normal es que ya no quede rastro del vertido, y aún si lo hubiera, sería casi imposible identificar al culpable».

Recogida de muestras

Polo también incidió en el correcto funcionamiento de las depuradoras que vierten habitualmente al Magro: « En la zona donde se han encontrado los peces, el río Magro solo lleva, en estos momentos, agua procedente de la EDAR de Carlet y de la EDAR de una empresa. En principio las dos depuradoras funcionan correctamente y no tenemos constancia de que haya habido ningún fallo de funcionamiento. No obstante, la CHJ ha tomado muestras de los vertidos, muestras de las aguas del río y muestras de peces para tratar de averiguar las causas. Por otra parte, se ha ordenado a Tragsa que proceda a retirar los peces muertos».

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