La Semana Santa, una vez más, irrumpe con fuerza en nuestra ciudad. Los católicos, cristianos, practicantes, curiosos y pueblo en general disfruta, cada uno a su manera, de esta peculiar celebración. Desde la Nit de les Miradetes, cofrades, tambores, penitentes, pasean su fervor por las calles y plazas de Alzira.
Las Hermandades, Cofradías, unas, Reales otras muy Ilustres, otras quizás menos, celebran sus traslados procesionales en dirección a ser expuestos en doseles para disfrute de todos. Los Via Crucis muestran respeto y oración. Lo curioso de todas estas celebraciones es contemplar cómo a una celebración de carácter eminentemente religiosa, se suman miles de cofrades cuya única devoción que muestran es la de profesan hacia su cofradía.
La celebración de la Semana Santa se complica mucho cuando coincide esta con elecciones, ya sean municipales, generales, autonómicas o europeas. Los candidatos se aprestan a buscar sitios preferentes en los cortejos presidenciales detrás de cada uno de los pasos procesionales. Cada uno, busca el saludo y la sonrisa de los posibles votantes. Aunque las izquierdas se resisten más a este hecho, acaban sucumbiendo a la tentación de la carne electoral. Cual mercaderes en los templos venden su alma al diablo y trafican con sentimientos y voluntades. Vamos a ver, si durante cuatro años «No ha sido No», ¿por qué en este periodo electoral se convierte en «No es casi Sí» o «No es Sí», si me interesa?
Visitas prosaicas a los doseles, fotografías en primer plano en la entrega de premios, todos, adquieren un enorme 'compromiso' con la ciudadanía. Los socialistas, han sido más listos, se apuntaron al carro procesional e imaginero y los republicanos, días después del 14 de abril, posan sin importarles sus ideologías.
A todo esto hay que añadir que Jesús, en estos días tuvo una «cena de partido», se fue al Huerto a reflexionar, sus propios allegados le prendieron, eso sí, sin estar imputado en ningún caso de corrupción, delante de todos los suyos y desde la directiva regional dijeron: este es nuestro hombre, «Ecce Homo», se jugaron a los dados su vestimenta (en los tiempos actuales habría que pujar en una casa de apuestas online), lo crucificaron antes del recuento electoral, después, tiene dos opciones, resucitar de entre los muertos o tomar aposento en el Sepulcro i el final, la Soledad del candidato Jesús será llorada por los más allegados.
Esta Semana Santa, una vez más, se llena de fariseos que confunden la religión con su devoción política. Señores concejales del Tripartito dejen de arrastrar cirios penitenciales en estas fechas y dedíquense a gestionar un pueblo, no las emociones o sentimientos del mismo.
