El canal de les Basses ayuda a laminar barrancadas en caso de fuertes precipitaciones, aunque no es la solución definitiva. Ésta pasa por una actuación decidida en el barranco de la Casella -canalización y ampliación- que evite que cuando baja crecido bloquee los desagües que vierten al mismo. El gobierno municipal aprovechó ayer la visita del director general del Agua, Manolo Aldeguer, a las obras de esta infraestructura para reclamar que, una vez pasen las elecciones generales, con la máxima urgencia, se convoque una reunión a tres bandas con presencia de la Confederación Hidrográfica del Júcar, la Generalitat Valenciana y el propio Ayuntamiento de Alzira, para buscar soluciones al barranco de la Casella. «Tenemos claro que necesitamos más inversiones en obra para luchar contra las inundaciones, es la prioridad número uno», señaló el alcalde de Alzira, Diego Gómez. «Podemos realizar un control con el canal, pero en última instancia ese control depende de un muro que es el barranco de la Casella», incidió, mientras recordaba que, en el último episodio de lluvias, el viernes se abrió la compuerta con la previsión de que laminara agua, aunque con la crecida que experimentó el barranco el domingo se tuvieron que cerrar.
El concejal de Gestión Urbanística, Fernando Pascual, que acompañó a Aldeguer en su visita al canal, comentó que éste permite acumular agua -hasta 20.000 m3- cuando el barranco va lleno e impide desaguar para «ir vaciando en la medida que el barranco lo permite. Es un canal de laminación de las barrancadas que se producen por la mala política urbanística que ha habido en Alzira», indicó el edil, mientras señalaba que la primera fase del canal está prácticamente finalizada a falta de unas pruebas en el cierre automático de las compuertas y la instalación de malla antihierbas. El proyecto contempla una segunda fase que interceptará el agua de los barrancos y la conducirá hacia el canal.
