«La izquierda que ha podido llegar al poder local ha cambiado las políticas a aplicar pero también ha modificado la política porque ha puesto en orden la gestión, superando décadas de gobiernos de la derecha que dilapidaban el futuro de los municipios». La reflexión es del alcalde de Polinyà, Óscar Navarro, uno de los grandes referentes de Esquerra Unida en la Ribera. EUPV y Unides Podem afrontan unas elecciones locales decisivas. Siempre se comenta en el mundo de la música que el disco complicado no es el primero, sino el segundo. Es en él en el que aparecen expectativas, anhelos y exigencias. Tras la fuerte expansión que vivió Podemos en 2015, llega el momento de la consolidación. En algunos municipios han primado las coaliciones con EU. Pero no en todos. Alzira y Sueca son los casos más sonados de disputas que han imposibilitado la unidad.
Esquerra Unida es una formación de poder en la Ribera Baixa, donde ya en la pasada legislatura ha ostentado el gobierno en Polinyà , Riola y Albalat. Òscar Navarro, Judith Capellino y Felip Hernandis optan a revalidar el bastón de mando para continuar con sus proyectos y EU considera que puede jugar un papel importante también en Benicull (con un posible gobierno de Vicente Fayos Candel) y en Cullera. En Sueca acuden a las elecciones en la coalición L'Esquerra, que integra también a Esquerra Republicana del País Valencià. En Algemesí se aspira a la alcaldía. Esquerra Unida valora de forma enormemente positiva la gestión realizada por Pere Blanco al frente de su formación local y dentro del ejecutivo que ha comandado Marta Trenzano. Sin embargo, seguro que firmarían repetir en la coalición con el PSPV-PSOE y poder continuar aplicando políticas de izquierdas en una de las principales ciudades de la Ribera. En ocasiones, la retahíla de nombres permite vislumbrar la mezcolanza de proyectos en una coalición. En Alginet, por ejemplo, se presentan como Cercle-Idea Unides Podem-Esquerra Unida. En Carcaixent hubo negociaciones para poder acudir a las elecciones en grupo con Reiniciem Carcaixent, del concejal Carles Albert. Sin embargo, no llegaron a buen puerto y Unides Podemos-Esquerra Unida tendrá como candidata a Paula López, en unos comicios locales con siete candidatura, entre ellas cuatro de izquierdas. También se han entendido en Alberic. En Guadassuar, por su parte, es Rafael Úbeda el alcaldable para competir con PSPV-PSOE, PP y Compromís. También cuentan con representación en la Pobla Llarga con Emilio Miñana o Villanueva de Castellón con Otilia Ferrando como aspirante a la alcaldía.
Compromís como rival a batir
«Puedo entender la división en algunos municipios. A pesar de que se comparte ideología a grandes rasgos, muchas veces a nivel micro, de pueblo, no se tiene la misma visión. No lo vamos a negar, en ocasiones también es cuestión de egos o rivalidades personales pero es que en ocasiones las negociaciones se hacen muy complicadas porque hay grupos que, a pesar de no contar con representación municipal, afrontan las conversaciones a través de máximos innegociables. Y así es complicado», argumenta el alcalde de Polinyà, Òscar Navarro.
Pese a la división en algunos enclaves importantes entre Podemos y Esquerra Unida, a nivel general, uno de los principales retos llega de la confrontación con Compromís, una formación totalmente establecida ya como aspirante al poder municipal y que pugna por un electorado similar (sino calcado) al suyo. Compromís ha conseguido en los últimos años (sobre todo desde 2015) convertirse en una superpotencia en ciudades como Alzira, Carlet, Carcaixent, Villanueva de Castellón o Guadassuar. Lorena Calatayud pondrá las cosas difíciles también ahora en Algemesí con la unión de Compromís y Més Algemesí.
