El tripartito alcireño ya tiene sobre la mesa el proyecto de la segunda fase del canal de Les Basses y aprovechará el miércoles el último pleno ordinario de la legislatura para dar su conformidad al mismo y remitirlo a la dirección general del Agua, organismo al que en última instancia corresponde su aprobación. Los técnicos han diseñado un canal de más de 800 metros de longitud, 10,40 de anchura y dos metros de calado que cortará en perpendicular los cuatro barrancos que ahora confluyen en el Camí dels Pescadors -los torrentes del Respirall, Fosc, Gracia María y el Camí de l'Arena- para interceptar sus aguas antes de que lleguen al casco urbano y conducirlas hacia la primera fase de esta infraestructura que, prácticamente ya acabada al otro lado de la CV-50, desemboca en el barranco de la Casella.
El proyecto estima en un millón de euros del coste de ejecución de esta segunda fase, una inversión a la que habrá que sumar la derivada de la expropiación de los terrenos que, según comentó ayer el concejal de Gestión Urbanística, Fernando Pascual, rondará los 700.000 euros y que, en principio, corresponde tramitar al ayuntamiento. La propuesta de acuerdo que el miércoles debe refrendar la corporación contempla por un lado la aprobación del proyecto, someterlo a un proceso de información pública y, paralelamente, remitirlo a la dirección general del Agua. El siguiente paso, además de la obtención del terreno, será concretar financiación. «Tenemos el compromiso del Gobierno valenciano de hacerse cargo del proyecto a través del Fondo de Cooperación Interterritorial que ya permitió ejecutar la primera fase», señaló ayer el edil, mientras recordaba que en los presupuestos del Estado había 800.000 ? de este fondo que el consistorio «va a pelear».
Los barrancos que confluyen en la cuenca este de Alzira han protagonizado los dos últimos episodios de inundaciones en el caso urbano con pocos meses de diferencia. El actual gobierno apostó desde el primer momento por la construcción del canal de les Basses para evitar que estas escorrentías entren en la ciudad y, con las obras todavía por acabar, esta infraestructura en la que se han invertido 1,5 millones ha servido para acumular grandes cantidades de agua, si bien no ha eliminado la amenaza. La segunda fase traza un canal interceptor que discurre en paralelo al Camí de Pexicadors, a una distancia de entre 25 y 30 metros, indicó el edil, que tendrá la función de recoger las aguas de estos torrentes y evitar que colapsen los colectores.
Fernando Pascual subrayó que será la segunda obra de carácter hidráulico que se ejecuta en Alzira en los últimos 40 años -la primera es el propio canal de Les Basses- y reivindicó el gobierno local ha cumplido el compromiso de ejecutar este canal para la laminación de avenidas, también con la presentación del proyecto de la segunda fase antes de finalizar la legislatura y señaló que «va a continuar exigiendo inversiones para canalizar el barranco de la Casella hasta el Xúquer y alternativas para la desembocadura del Barxeta ya que son obras necesarias para evitar que cuando llueve en los valles de la Casella y Aguas Vivas estos barrancos nos inunden la zona de Les Basses». El edil señaló que esta segunda fase del proyecto «también nos permitirá enmendar los errores urbanísticos cometidos en el pasado al urbanizar El Racó, Santa María de Bonaire y el Hort de Galvañón, así como la ladera del Respirall, que aumentan las escorrentías». Indicó que mantiene conversaciones con la dirección general para que el proyecto contemple también las expropiaciones.
