El PSPV volvió a ser la fuerza más votada y con cierta holgura. Creció en sufragios (pasó de 975 a 1.069) y en concejales (5, por los 4 que tenía en 2015), pese a que estos fueron los comicios en los que más listas concurrián en las elecciones, un total de seis. Sin entrar en un análisis profundo, podría decirse que el PSPV suma el edil que pierde Esquerra Unida (que se queda fuera del consistorio) y que Ciudadanos gana el que pierde el PP, lo que permite a la formación naranja entrar en el ayuntamiento por primera vez. Aigua y Compromís mantienen la representatividad (2 ediles cada uno).
Mas sostuvo que tras estas elecciones «el PSOE sale reforzado» y, por ende, le toca lanzar propuestas al resto de partidos para lograr el apoyo que necesita. Los socialistas iniciaron su ronda con PP y Compromís para continuar con Aigua y Ciudadanos (con los independientes contactarán la semana próxima). «Hemos recibido algunas propuestas y de momento está todo en el aire», aseguró, aunque es consciente de que será alcalde salvo que todos los partidos se alíen en su contra.
Minoría
«Podríamos vernos en la tesitura de tener que gobernar en minoría y obligarnos a conseguir pequeños acuerdos con las distintas formaciones, aunque lo deseable sería alcanzar un gran pacto para toda la legislatura», reconoció Mas. De hecho, en los últimos años ha necesitado el apoyo de otras formaciones, como Aigua o EU, para poder acceder a la alcaldía. No obstante, el mismo Mas recordó que en las dos últimas legislaturas existieron problemas tanto con unos como con otros, lo que acabó traduciéndose en retiradas de delegaciones.
Tanto Aigua como Compromís se han mostrado proclives a escuchar a Mas y a tenderle la mano, pero no a cualquier precio. La candidata de los nacionalistas, Anna Campos, señaló que los suyos están predispuestos «a ver cómo se puede garantizar un gobierno de izquierdas», aunque será el colectivo local el que tendrá la última palabra tras la reunión con el equipo socalista. «Hace cuatro años ya existió la posbilidad de que Compromís entrase en el gobierno y al final se decidió no entrar», recordó Campos.
Por su parte, Joan García, candidato de Aigua, se mostró abierto a formar parte de un gobierno progresista, aunque con una condición: «Si el alcalde nos ofrece entrar, queremos que también esté Compromís. Así se garantizaría un gobierno que sería más estable y representativo, ya que seríamos nueve de los trece concejales». García reconoció que las tres formaciones tienen muchos puntos en común en sus programas y que están dispuestos a trabajar, siempre y cuando el proyecto acompañe. «A fin de cuentas, a él le corresponde montar el gobierno. Creo que es un buen líder y alcalde, una persona muy sensata y si podemos colaborar, nos tendrá de su parte», concluyó.
