Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Infraestructura

La mejora de la red acota las fugas de agua y reduce el consumo en Alzira un 21 %

El canalización municipal pasa de un 40 % de pérdidas en 2016 a menos del 25 % y se sitúa cerca del rendimiento que los técnicos consideran "óptimo"

Pozos de agua potable del Ayuntamiento de Alzira. vicent m. pastor

El agua potable que consume una ciudad depende en gran medida del número de fugas que registra la red de abastecimiento ya que, hasta no hace demasiado tiempo, no resultaba extraordinario que se perdiera por el camino casi la mitad del caudal que se extraía de los pozos o incluso más. Las obras de renovación de las canalizaciones más antiguas y deficientes, por un lado, y el proceso de sectorización de la red municipal que permite localizar y reparar con mayor celeridad cualquier pérdida, han permitido al Ayuntamiento de Alzira situar el rendimiento de la red de abastecimiento cerca del nivel óptimo, según los datos presentados por la empresa concesionaria en la última reunión de la comisión de seguimiento y control del servicio, que analizan la evolución de los últimos cuatro años.

Un 40 % del agua que en el año 2016 entraba en la red bien procedente de la planta potabilizadora de la Garrofera o de los pozos municipales se perdía sin llegar al consumidor -lo que representa un rendimiento del 60 %- mientras que, en base a los últimos datos presentados por Aguas de Valencia, las fugas se sitúan en estos momentos por debajo del 25 % al haber conseguido mejorar el rendimiento de la red hasta alcanzar el 76,2 %. El concejal de Servicios Públicos en funciones, Fernando Pascual, ha destacado que técnicamente se considera que un 80 % es ya un rendimiento «óptimo», por lo que considera «factible» alcanzar ese nivel en el nuevo mandato pese a la ampliación de la red al asumir el suministro de las urbanizaciones San Bernardo, El Respirall y Santa María de Bonaire.

La mejora ha sido progresiva y ha propiciado en paralelo un descenso del consumo de agua potable en Alzira. Una comparación en base a datos interanuales revela que en 2016 entraron en la red 3.672.628 m3 de los que únicamente se pudieron consumir 2,2 millones al registrar un 40 % de fugas. El año siguiente el rendimiento de la red mejoró al situarse en un 64,5 % -un 35,5 % de fugas- mientras que ya en 2018 se consiguió una mejora sustancial al elevar el rendimiento hasta el 74,2 %. El informe rebaja la estimación de consumo para 2019 a 2.877.819 m3 -un 21 % menos que hace cuatro años-, de los que se facturarán 2.191.977. La recuperación de pozos que estaban en desuso para el riego de jardines también ha contribuido a rebajar el consumo.

Sectorización de la red

Con todo, el concejal de Servicios Públicos, que seguirá al frente del área en el nuevo gobierno, no dudó en subrayar que la minoración del consumo está directamente vinculada a la reducción de fugas o a la rápida reparación de las mismas gracias al plan de sectorización, que se ha ampliado considerablemente durante el mandato que ahora termina, «y que permite detectarlas automáticamente». El edil incidió en que en la medida que se evitan las fugas también se gasta menos agua de la potabilizadora, que ya representa el 89 % del caudal que reciben los vecinos de Alzira en sus domicilios. La proporción de la mezcla entre agua de los pozos que se inyecta a la red y la procedente de la planta de la Garrofera ha pasado de un 36/64 % en el año 2016 al 11/89% actual, en base al informe de Aguas de Valencia. Fernando Pascual apostilló que el que agua que se suministra los fines de semana es íntegramente de la potabilizadora.

El gobierno municipal ha destacado que el aumento progresivo de caudales de la potabilizadora ha reducido el nivel de nitratos en el agua potable a mínimos históricos. En este sentido, el edil recordó que el agua de mayor calidad que procede de la planta de la Garrofera llega con 7 mg/l . Los análisis que aporta el informe sitúan los nitratos en 14 mg/l, muy lejos de los 50 que la Organización Mundial de la Salud (OMS) señala como barrera para que el agua deje de ser consumida por colectivos vulnerables.

Compartir el artículo

stats