La falta de aparcamiento en el hospital obliga todos los días a decenas de vehículos a encontrar huecos de estacionamiento en el arcén del Camí de la Perrera y en otros viales adyacentes o ganados a la montaña. La apertura al público de parte del antiguo parking de pago no ha resuelto el problema. Y la conversión de esa carretera que conduce a Urgencias en una suerte de ronda urbana por la que se llega a la variante de Alzira a través de La Graella y los nuevos espacios urbanos de l'Hort de Galvañón ha convertido el Camí de la Perrera en un peligrosa zona de paso para muchos peatones. Es una vía estrecha y sin arcén. Los viandantes se la juegan al caminar sin seguridad por una carretera con gran densidad de tráfico.