El tiempo siempre es relativo. Mientras las Administraciones Públicas, especialmente la tributaria, exigen una precisión matemática a los contribuyentes para pagar cualquier impuesto e imponen recargos y sanciones por incumplir los plazos previstos para cualquier convocatoria, esta misma exigencia se vuelve mucho más laxa cuando corresponde a los políticos y funcionarios ceñirse a las reglas de juego que impone la normativa oficial. Un total de catorce ayuntamientos de la Ribera no presentaron a tiempo sus cuentas de 2017 a la Sindicatura de Comptes, según se recoge en el último informe elaborado por este organismo fiscalizador de la Generalitat Valenciana.
Los ayuntamientos que incumplieron la obligación de entregar la cuenta general a tiempo son los de Albalat de la Ribera, Alginet, Benifaió, Benimuslem, Carcaixent, Cullera, l'Alcúdia, l'Ènova, Llaurí, Massalavés, Montroy, Sollana, Turís y Villanueva de Castellón. Junto a esos consistorios municipales, la Sindicatura de Comptes también incluye a otra institución de la comarca en la lista de organismos retrasados: la Mancomunitat de Albalat de la Ribera-Polinyà de Xúquer.
La mayoría de los ayuntamientos justifican su tardanza en problemas administrativos o laborales. La excusa más recurrida es la ausencia o baja laboral de algún funcionario cuyo trabajo se considera imprescindible para cuadrar las cifras. Estas alegaciones, más o menos comprensibles según los casos, no eximirían a ningún ciudadano de su deber de entregar su documentacion fiscal o sus pagos a tiempo. La amonestacion que reciben de la Sindicatura de Comptes es incomparable con la responsabilidad y las sanciones que acarrea cualquier retraso u olvido en el caso de los contribuyentes. Una doble vara de medir que indigna a no pocos ciudadanos.
Saldos negativos
El informe de fiscalización de las cuentas generales de las entidades locales correspondiente a 2017 también incluye información sobre las entidades públicas y consorcios que cerraron ese año con saldos negativos. En el caso de la comarca de la Ribera aparecen tres organismos que acabaron el ejercicio económico con pérdidas. Se trata de la Fundaciuón Pública que gestiona el Conservatorio Profesional de Música y Danza de Carcaixent, que presentó un desfase de 133.38 euros: El Pacte Territorial per l'Ocupació, dependiente de la Mancomunitat de la Ribera Alta, que aportó un saldo de -23.188 euros, y la Agència Energètica de la Ribera, que declaró unas pérdidas de 14.644 euros.
