Carlet, como Alzira, se prepara para vivir hoy su día grande y honrar a San Bernat. La ermita dedicada al mártir es el centro neurálgico de la fiesta patronal. Este año han finalizado las obras de restauración de la cúpula azul del edificio encargadas por la cofradía, propietaria del edificio desde hace 20 años gracias a la donación que hizo la condesa de Carlet.

La situación del techo de la cúpula era insostenible ante la continua caída de tejas, a pesar de que ya había sido restaurado hace 15 años. Las tejas mostraban unos anclajes totalmente oxidados.

El florón que culmina la cúpula y que sostiene la veleta y el San Bernat de hierro se han sustituido por una copia, puesto que el original, hecho de piedra arenisca, estaba muy deteriorado. El trabajo de restauración no ha estado exento de dificultades puesto que la ermita es de planta heptagonal.

Además de la restauración, también se ha renovado el alumbrado exterior del recinto. Los trabajos han tenido un coste de 89.700 euros, al cual ha contribuido el vecindario de Carlet a través de las donaciones a la cofradía.