La Concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Sueca, en colaboración con la de Servicios Municipales, ha empezado estos días a instalar una valla, a base de madera y cordón, con el fin de proteger los casi 3.000 metros de zona dunar que contienen sus playas. Los trabajos han empezado en Motilla, concretamente en la zona de playa natural existente entre la gola y las primeras casas de la urbanización. Las dunas, al ser un ecosistema frágil cuyo sustrato es arena, resultan fácilmente destruibles por la actuación del ser humano. Por ello, desde el Departamento de Medio Ambiente consideran de vital importancia delimitar el paso a través de estas vallas.

En este ecosistema, además, habita una especie de pájaro, el «chorlitejo patinegro», cuyos nidos resultan prácticamente inadvertidos para las personas. La normativa existente delimita la instalación de cualquier infraestructura en estos lugares hasta que finaliza la época de cría, que suele ser el 1 de julio.

Fuente de biodiversidad

La instalación de estas vallas suponía una obligación que se debía cumplir y el ayuntamiento ha empezado estos días a hacerlo, respetando la distancia de dos metros y medio entre éstas y el pie de la duna, así como un metro entre la instalación de cualquier infraestructura, como los chiringuitos, y las dunas.

«Este ecosistema dunar representa una fuente de biodiversidad. Si lo destruimos, perderemos un importante patrimonio porque las especies que crían allí desaparecerán. Además, son una importantísima reserva de arena. Las playas con duna afrontan mejor los cambios por los efectos meteorológicos, los temporales, las ráfagas fuertes de viento... A todo ello hay que sumar también su valor paisajístico», explicó ayer la concejal de Medio Ambiente, Carmen Pérez.

Los trabajos, que han empezado en Motilla, continuarán en otra zona de playa natural de Sueca, entre Bega de Mar y Mareny de Barraquetes, y se reforzarán especialmente en aquellos puntos en los que existe paseo marítimo y, por tanto, es más accesible el paso de personas.