Los vecinos de las playas de el Marenyet y el Brosquil de Cullera temen que las aguas, si continúan con su tendencia actual, acaben inundando sus viviendas y malbaraten uno de los parajes naturales más atractivos de la costa ribereña. Así lo han denunciado a través de una exposición en el que se muestra el avance de las aguas y la regresión de la costa. Las fotos prueban una situación alarmante si se tiene en cuenta el tiempo transcurrido (sólo unas décadas) y la aceleración de los últimos lustros.
En los últimos setenta años, la zona cullerense ha visto desaparecer 2.500 metros lineales de playas vírgenes del total de 5.500 metros existentes al sur de la desembocadura del Xúquer. Se ha podido comprobar, además, como las playas al sur de la desembocadura del río se llenaban con 4.100 metros lineales de barreras de piedra entre espigones, barreras, diques o escolleras. Según los estudios realizados por especialistas en la naturaleza y el cambio climático, se han perdido 282.000 metros cuadrados de suelo que eran propiedad privada de cullerenses, hoy ocupados por la acción penetrante del mar.
El trabajo realizado por el topógrafo y miembro de la plataforma de vecinos que denuncia la situación, Joaquín Martí, se puede ver en los restaurantes El Cordobés y El Refugio de la zona del Marenyet. La muestra enciende las alarmas sobre la regresión sufrida en las playas que se sitúan al sur de la desembocadura del Xúquer en Cullera como consecuencia de la actuación humana en el litoral. «Son muchos los terrenos de Cullera que se encuentran dentro del mar y sino se actúa rápidamente, con la mayor fuerza de presión posible ante las Administraciones Públicas, muy pronto será tarde para evitar que nuestras viviendas queden inundadas por las aguas del mar», aduce el topógrafo.
La plataforma vecinal cullerense también ha iniciado una recogida de firmas para presentarla ante la Subdirección General de Puertos, Aeropuertos y Costas de la Generalitat Valenciana para alertar sobre las futuras obras a realizar en el espigón norte (escollera) en la desembocadura del río.
La entidad ribereña, entre otras muchas solicitudes, exige «colaboración entre los responsables de Costas y Puertos, que caminan por separado hasta ahora, ocasionando que sus actuaciones no sean siempre las más efectivas, lo que quita importancia a las acciones correctoras en nuestra costa y lo que conlleva terribles problemas medioambientales que sufrimos los vecinos de las zonas afectadas», subraya el comunicado del colectivo. También se pide «una mayor implicación por parte del Ayuntamiento de Cullera para que medie entre ambas administraciones».
Actualmente se está diseñando una campaña de denuncia que se iniciará en breve y que consistirá en la colocación, por parte de los vecinos, de banderas reivindicativas en espacios visibles para sensibilizar ante todos los turistas «del problema que sufrimos y de la inminente desaparición a corto plazo de alguna de las playas más importantes de Cullera así como de toda su fauna y flora natural».
Efecto de los temporales
Según ha publicado este rotativo desde hace años el tramo de costa comprendido entre la desembocadura del río Xúquer y la de l'Estany, en Cullera, conocida como el Marenyet, presenta uno de los porcentaje de erosión más elevado de todas las franjas litorales de la Comunitat Valenciana, según las conclusiones del análisis de los problemas erosivos de la costa valenciana, un estudio que coordina la Universitat Politècnica de València y en el que se analizan por tramos toda la costa valenciana desde Vinaròs hasta la playa de la Mata de Torrevieja.
Los temporales también afectan gravemente a la zona. En los últimos años han sido varias las inclemencias meteorológicas convulsas que han provocado la práctica desaparición de la costa en el litoral de Cullera, por ejemplo, con especial incidencia en 2018 en la playa del Brosquil.
