José Francisco ha adaptado su rutina diaria en esta aventura a las características de cada uno de los territorios que visitaba. Ahora, ya en el sur de Francia, empieza su jornada antes, para evitar las horas de más calor que cuando estaba en el norte de Europa siempre buscaba. En mente, un destino al que llegar al final del día. Y a pedalear. «Hago unos 130 kilómetros al día, en ocho horas de viaje. Paro un par de veces para comer, e intento llegar al sitio. Me doy una ducha si hay suerte, descanso, y a seguir al día siguiente», relata Almendros sobre su rutina este mes.
