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Tradiciones

Un concurso con 58 años de historia en l'Estany protege la pesca "a l'Hamot"

El competidor de Cullera Tomás Juan repite como vencedor por tercer año consecutivo con 32 capturas

Un grupo de participantes se lanzan con sus embarcaciones a l'Estany para pescar. joan gimeno

L'Estany de Cullera cumplió ayer un año más con la tradición. Un lugar idílico para una competición única y especial. Ayer, festividad de la Asunción de la Virgen María, el lago y sus alrededores se convirtieron en el centro de la atención de los vecinos de la comarca de la Ribera con motivo de la celebración del Concurso de Pesca a l'Hamot. Se trata de un certamen que se celebra desde hace 58 años, y en el que la participación ha ido pasando de padres a hijos. Por lo que respecta a los premios, en la categoría absoluta se impuso Tomás Juan, con un total de 32 capturas y un peso de 10,5 kg. El veterano competidor vence, de ese modo, por tercer año consecutivo. La mayor pieza la capturó Francisco Arlandis, que se hizo con un ejemplar de lisa de 1.080 gramos.

El concurso es madrugador. Se inició a las 7 de la mañana, con el disparo de un cohete que indica a los pescadores que pueden lanzarse al agua en sus «barquets» valencianos. Uno de los momentos más emotivos se produjo con el paseo de la imagen del patrón, San Andrés, por las aguas del lago acompañado por una comitiva de músicos y los miembros de la Asociación de Pescadores Deportivos. De esta forma, el santo acudióa cada rincón del lago para dar su bendición a los pescadores.

La «pesca a l'hamot» es una de las modalidades características de l'Estany, una modalidad casi única, y como tal, desde la Asociación de Pescadores Deportivos de Cullera se defiende y se promociona. Se caracteriza por el mayor tamaño del anzuelo.

El concurso finalizó con un nuevo disparo pirotécnico, a las 12 de la mañana. A partir de ese momento, los concursantes dejaron de pescar y recogieron sus aperos para preparar el pescado en las redes. Poco a poco salían de sus embarcaciones para acercarse al pesaje de las piezas capturadas.

Los guardas del lago, junto con miembros de la organización, se encargan de ir, «barquet a barquet», recogiendo el pescado que han conseguido capturar los participantes.

Poco a poco, la zona empezaba a congregar una gran afluencia de público: familiares, amigos, vecinos, y sobre todo curiosos se acercaron al lugar en el que se celebra el concurso para asistir a uno de los momentos mágicos del campeonato. Los 38 pescadores participantes consiguieron capturar más de 80 kilos, repartidos entre las cerca de 300 capturas que se realizaron.

La organización corre a cargo, desde sus inicios, de la sociedad local de pescadores deportivos, en la actualidad presidida por Agustín Font y que fue fundada en 1873. El certamen tiene casi 60 años de vida y se ha convertido, con el paso del tiempo, en un atractivo más de Cullera, no sólo por el concurso, sino también por la majestuosidad del lugar, único por su belleza.

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