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"He perdido casi 60.000 euros con mis cultivos"

Enrique Machí corta casi la mitad de sus campos tras recuperar solo 30.000 euros de los 90.000 invertidos

Enrique Machí, uno de los agricultores dedicados a la fruta de verano asociados a la cooperativa agrícola de Sant Bernat, convierte en números absolutos los adjetivos que acompañaban esta pasada campaña. «Producir toda la fruta de hueso, 200.000 kilogramos, ha supuesto una inversión de cerca de 90.000 euros. Las liquidaciones me han devuelto 30.000 euros. ¿Salen los números?».

Por contar con una explotación grande, de alrededor de 140 hanegadas, Machí ha sido uno de los labriegos que peor parte se ha llevado de las liquidaciones. La relación es clara: a más campos, más pérdidas. «Un kilo de nectarinas, por ejemplo, me ha costado unos cincuenta céntimos por kilo, y las liquidaciones se han pagado a veinte», anota para ilustrar. Así las cosas, de cara al año que viene no le queda otra opción que reducir la producción. Justo ayer se encontraba talando un campo de albaricoques de doce hanegadas, o alrededor de una hectárea, del que este año ha sacado 400 euros en producto. A lo largo de todo el verano ha estado cortando campos, para reducir la superficie cultivable en alrededor de sesenta hanegadas, para pasar a cosechar en unas ochenta. Además, con las pérdidas netas que ha tenido que afrontar este año, ya tiene asumido que deberá pedir un crédito para poder sufragar los gastos del año que viene. A partir de ahí, solo le queda esperar unos precios mejores que los de este año.

Sin ayudas que valgan

No hay subvención que pueda paliar pérdidas como la que ha sufrido Enrique este verano. «Siempre se piden, pero las que se suelen dar son reducciones del IBI, de los módulos, del impuesto rústico... Pero no palia el problema de ninguna manera. Son miserias, en comparación con lo que se ha perdido. Que yo no pague el IBI un año no me va a permitir continuar cultivando fruta el siguiente», explicaba. El mismo «abandono» que siente por parte de la clase política lo nota también en los sindicatos. «Tenemos dos, y ninguno ha alzado la voz como la situación lo merecía. No merecen que el agricultor los considere sus representantes», criticaba con dureza. No obstante, al igual que declararon ayer Juanjo Alepuz, de AVA-ASAJA, y el directivo de la cooperativa de la que Machí es socio, José Climent, reclamó «un reparto más justo» del dinero que genera la fruta. «A dos euros por kilo, que es un PVP bajo, mi cosecha ha generado 400.000 euros, de los que solo he visto 30.000», comparaba.

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